El estornudo del Capitán Man.

¿ De qué me sirve fingir
que las cosas mejorarán,
merced al apoyo mutuo,
entre cada par de gemelos ?





Si luego, por nimiedades,
se enfrentan naranjas a pomelos,
cucuruchos de maní, a bolsas de caramelos,
y papas fritas invaden a las


palomitas de maíz.
¡ Cómo me pica la nariz !
Ya, no lo puedo resistir...
Y el día en que estornude,





¡ Jamás lo pongas en duda !
Adelgazará Maitreya Buddha,
que siempre ríe, en los escaparates
del bazar chino.


Brincará el gato que mueve su garra,
de atrás hacia delante,
para dar buena suerte al caminante.
Y emprenderá su marcha el rey David.





Esa escultura blanca, marbórea,
si aliará con Pedro Picapiedra
y Pablo Mármol; para conquistar
el imperio Hannah-Barbera,


de los dibujos animados que dan
por Televisión.
Y entonces, el Correcaminos
felicitará al Coyote, mientras el


vaquero pelirrojo ayudará a la liebre


Bugs Bunny. A salir del lodazal.
Así, el pato Lucas invitará al cerdo Porky
a visitar, juntos, los dos,
Noruega y Oslo, Hungría y Budapest.





Bulgaria y Sofía. ¿ Cómo lo ves ?
¡ Ay de aquéllos que permanecen
mudos ! Se ponen tapones en los oídos.
Y por sombrero, usan un embudo.


Pretenden que volarán encima de un


avión de papel.

 

¿

Si escribes así cuando te pica la nariz....
¿Qué harás cuando no llegues a poderte cortar las uñas de los pies?
Ésas cositas pasan,
nos oxidamos y nos duelen cada uno de ésos huesos que no sabíamos que éramos sus dueños.
Decrecemos,
nos empequeñecemos.
Hola diminuto Nommeo

 

Pero Aldonza, no me digas que te has convertido en un clavo que saca a otro clavo.
¿ Qué pretendes ?
¿ Humillarme ?


Lo tendré en cuenta, de ahora en adelante.


Intención es efecto.
No contaré contigo, para mis ratos de diversión.
Te voy a mandar a hacer puñetas, como haría el insigne escritor Juan Manuel de Prada.





Si estás oxidada, y te comen los nervios, ¿ Por qué no te vas un rato, a hacer algo por la vida, en lugar de holgazanear como si fueras una casa en ruinas ? Te advierto de que formar parte de un pueblo fantasma, no te convierte necesariamente, en Zombie, pero de igual modo, y merced al lenguaje no verbal, de los gestos y las miradas, se puede descubrir en quienes te rodean, su carácter decrépito y ruin.


Es decir que dos que se acuestan en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición.
Luego por tanto, cabe la posibilidad de que tu novio sea un Zombie.
Un muerto viviente.
Como declamó Alaska, ya en los años ´80.
Actualmente, Alaska convive junto a Mario Vaquerizo, que está muy vivo.





Y además, tiene un toque femenino.
Tú no minusvalores a Alaska y Dinarama.
Ya te digo yo que la Bola de Cristal, es producción propia: ¡ Española !
Mientras que la Bola de Dragón, es japonesa.


Y sí, los dibujos animados tienen un gran mérito.
Y es verdad: Todos los caminos llevan a Roma, porque al final, una imagen vale más que mil palabras, y necesitamos ejemplos gráficos. Esclarecidos. Espercojados. Aseados e higiénicos. Bien plantados.





Bien esbozados.
Bien pintados.


Todo pasa por el dibujo, amiga. El dibujo es una Gozada.

 

Perdóneme,
No soy culpable de que él adore mis tiernas carnes.
Soy suculenta.
Mi novio es un zombie,pero me ama.




Eres libre de mandarme hacer puñetas ó hojaldres.
No soy una casa en ruinas,
deja de cabrearme ó soplare y soplare y tu casa derribaré.
¿Quieres que te abandone?
Pues te aguantas y me alojas.
Soy tu grano,
no escribo de donde.

 

Yo vivo en Granada, y voy directo al grano.
Dime con quién andas, y te diré quién eres.
Si te juntas conmigo, saldrás ganando.
Pero no te quiero cerca, si pretendes encasillarme en un papel que me viene pequeño.


Así que...





No eres mi esclava.
Tampoco un grano en el cuerpo humano.
Eres lisa y llanamente, una compañera de estudios, de Lisa Simpson.
Lisa y llanamente.





A mí, no me engañas.
Eres de otra época.
E intentas adaptarte al siglo XXI.
Con su entrada en la Nueva Era de Acuario.





Abraham Lincoln, sin ir más lejos, aún pertenecía a la Era de Piscis.
Ha sido un amanecer muy lento y paulatino, cuya consecuencia es el aumento en la tasa vibratoria de nuestro planeta, que ha pasado, en su vibración Schumann, de los 7,8 hertzios, a los 12 o 13, en apenas tres décadas. Y hemos de ascender en vibración, con él, todos sus habitantes; ya seamos de los reinos animal, vegetal o mineral. La resonancia Schumann es el latido correspondiente a un mundo.