El fabuloso destino de Amélie Poulain.

A cuantos lejos de los viajes, vuelven siempre al punto de partida, al origen del problema, al inicio, a comenzar el mismo trayecto rutinario, una y otra vez, les escribo.
Les envío mis más sincera enhorabuena, por volver a empezar, por saber terminar.
Imaginad que el primer golpe fue crepúsculo, la claridad que hay al amanecer y al anochecer, decadencia.
Imaginad que el fabuloso destino de Amélie Poulain, se presenta de repente, sin más, imaginad que sois Amélie.
Destino: Lugar a donde va dirigido alguien o algo.
Fabuloso: Que es irreal y solamente existe en la imaginación o que destaca por sus cualidades extraordinarias.
Amélie: Destino fabuloso.
Amélie despierta del sueño a los veintitrés años, un suceso honorable digno de ser recordado toda la vida, estará ahí parado esperándola siempre; el desamor, un desamor brutal y cruel. Hay personas que requieren de un despertar así, para que no vuelvan a amar a nadie, nunca, para que nadie les vuelva a amar nunca, o quien sabe.
Amélie, sale pitando y llorando, perpleja, casi inconsciente, se vuelve invisible para ella misma. Tropieza como no, con un hombre de unos treinta años, y por esto, el tropieza con otra chica, otra vez el destino y un álbum que cae.“Cualquier otra chica habría llamado enseguida, habría citado al chico en una terraza para devolverle el álbum y así sabría si valía la pena seguir soñando o no. Eso se llama enfrentarse a la realidad. Pero eso… no es lo que Amelie quiere.”
"El tres de septiembre de mil novecientos setenta y tres, a las dieciocho horas, veinte minutos y treinta y dos segundos un moscón de la familia de las Calliphoride, capaz de batir las alas catorce mil veces por minuto se posaba en la calle St.Vincent de Montmartre. En el mismo instante, en un restaurante cerca de la Gallete, el viento se colaba como por arte de magia bajo un mantel haciendo bailar unas copas sin que nadie lo viera. Al mismo tiempo, en la avenida Trudaine, veintiocho, quinto piso del distrito número nueve de París, Eugène Colère al regreso del entierro de su mejor amigo Émile Maginot, borraba su nombre de la agenda. Siempre en ese mismo instante, un espermatozoide provisto de un cromosoma X, perteneciente a Raphaël Poulain se separaba del pelotón para alcanzar a un óvulo perteneciente a la señora Poulain, de soltera Amandine Fouet".
El exnovio de Amélie Poulain, según la teoría del después fue visto, no por última vez,como un capullo, y no de flor, ni de alhelí, un treinta y uno de diciembre del año dos mil, en el que Amélie despierta y provoca un seísmo interior, que la mantendrá dormida hasta el año dos mil cinco, en el que otro acontecimiento importante, la boda de su exnovio con el amor de su vida, la mantendrá orbitando alrededor de la tierra y el sol, para acabar girando sobre sí misma durante tres años más de letárgico sueño,por un capullo, y no de flor, ni de alhelí. Después de esto se pasa dos años más dilucidando si su exnovio era moscón, espermatozoide, o simplemente una mala fortuna que se tropezó en su camino, y quiso que por los hados y designios de un Dios supremo, la china le tocase a ella. Después de esta apoteósica conclusión, en el año dos mil diez, Amélie Poulain decide irse, pide excedencia por un año en el trabajo, y a parte de realizar un máster en extracorpórea, en Dinamarca, conoce al amor de su vida, que como no tiene vida, ni tiene amor, acabará siendo nada. En el dos mil once, Amélie regresa de nuevo,en ese momento, y siguiendo la órbita de un abejorro en el aeropuerto, ve a su exnovio con su flamante esposa y dos churumbeles iridiscentes, pero eso a ella, ya no le importa.

 

Tratada la historia con mucha ironía, me ha encantado el enfoque que vas dando mezclando bichos con números y desastres con presuntas ilusiones. Un placer la lectura.

Saludos,

Palmira

 

Muchísimas gracias.