El fabuloso destino de Amélie Poulain

Un día cualquiera, Amélie Poulain, sabe qué hora es, no se acuesta al lado de alguien sin saber porqué, juega con las flores en su propio jardín. Es simplemente, la chica de hoy.
Hoy, chica de nadie, sales a la calle del destino que dejaste ayer, vuelves a la carga, ayer ya no, hoy ya sí, deletreas: b e s o t u b o c a, l a b e s o, como si fuese la primera vez que entreabierta se asomase a la ventana de la chica de hoy, y ya no llora tu corazón, y ya no te vas a tu casa porque no se pueda jugar.
Deletrear: L a c h i c a d e h o y y a n o e s l a c h i c a d e a y e r. Deletrear: s u a v i d a d, s o ñ a r, r e a l i z a r, d e l e t r e a r, deletrear y poner una palabra en ti. Deletrear, A m é l i e, n e g r a, como Nina Simone, y ser de hoy, y no de ayer, fabuloso destino de Amélie Poulain.