El fantasma invisible

EL FANTASMA INVISIBLE

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El enfermo sintió que se atenuaban los dolores al mismo tiempo que alcanzaba ese estado placentero que se encuentra ente el sueño y la vigilia. Su mujer le había agarrado la mano durante la agonía, hasta que dejo de notar las pulsaciones. En ese momento acudieron los sollozos que había contenido durante los últimos días.

El fantasma del hombre que acababa de morir contemplo su cuerpo tendido en la cama del hospital, visto desde fuera, como si fuese otra persona. Sitió un sosiego inmenso y comprendió que seguía existiendo —después de la muerte— con la misma naturalidad que había sentido la vida. ¡Resultaba fantástico convertirse en fantasma!

Lo primero que hizo fue comunicarse con su mujer transmitiendo el pensamiento:

— Cálmate, amor mío; estoy aquí, en tu pensamiento, más cerca que nunca. Soy feliz en esta nueva existencia.

Ella dejo de llorar y miro en todas las direcciones para localizar al fantasma, pero enseguida comprendió que él no estaba fuera, sino dentro de su pensamiento. El fantasma descubrió que podía inspirar ideas cuando sintonizaban plenamente sus pensamientos con los de las personas que amaba. Comprendió que los fantasmas intervienen en la evolución intelectual positiva de la humanidad; no son seres malvados, como aparecen en los relatos y las películas de terror.

Tal vez, un fantasma me esté inspirando estas ideas que escribo ahora mismo. ¿Será posible? De todos modos, siempre seguiremos viviendo en el recuerdo de quienes nos aman.

 

Cuánta sabiduría reúnen tus bellas palabras en este apasionado relato donde la presencia de la muerte queda mitigada al pincelarla como el instante que sigue al instante de la vida, y que vida y muerte son las dos caras de una misma moneda...
Profundidad en tus letras, invitan a la reflexión, dudas existenciales se debaten en ellas atrapando al lector en sus indagaciones y animándolo a tener esperanza.
Encantada de leerte amigo Antonio, besos con admiración y cariño

 

Este relato es ficticio, aunque creo de verdad que nuestra existencia continúa - más allá de la muerte - en todo lo que amamos, puesto que somos todo lo que amamos.


Salud, ventura y larga vida.