El fin

Las flores emanaron de los cortes de tu muñeca,
yo había sembrado un jardín de ti conmigo,
son espinas que me dejan sin el matiz,
en una escala de grises obligaron a latir a mi corazón.

Salvarme bajo tu mirada no fue posible,
neblina entre tus caderas me hizo caer,
la sombra de tu ser confunde tu rastro,
antes que tú llego a ti pero igual te pierdo.

Te tomo de la mano,
quiero robarte,
astillarme en tus pupilas,
no en tu lagrimal,
encadenarte a mi cintura,
coserte a mis brazos,
tus labios no palidecen a mi pluma de tinta sangre
mi voz te dibujará en mi piel.

Debes comprender que todo fue natural entre los dos,
yo asesine a mis miedos aun así ellos me devolvieron el puñal,
en todo atardecer yo recibía tu silencio,
los besos pueden sellar a los secretos,
se alejan las nubes con tu mirada esquiva,
yo podría estar fijo para ti y aun así no existir, ser transparente,
por más que alce mi caricia contra ti fracaso al tocar tu suave rostro,
no hay restos de mí en tu indefenso cuello,
mi historia entre tus manos otra piel la borro,
es un constante recordar, un molesto olvidar.

Te persigo en tu vendaval,
no dejo en calma tu sosiego,
más daño recibo yo al no haber respuestas,
un falsete de etiqueta que dice conocerte,
un monstruo que pregona tu querer,
un hombre sin su parte mejor,
solitario y risueño entre tus laberintos,
no hay otra salida mejor que tu atención.

Registre los cielos en pos de tus sábanas,
algo que diga poseer tu olor,
una nota con tu letra, seda con tu labial,
tu delicado ombligo dibujado para mí,
¿crees que mi latidos no conocen tu ritmo?
¿qué era el brillo de un tiempo y para nunca jamás?
acosarte es perseguirte alejándote de mí
en algún punto darás vuelta.

Acompaño a tu caminar siempre lejos,
no tengo distintos amores circulándome,
vuelves de ellos siempre uno en mis venas,
en remolino mi visión de tu sonrisa,
en otoño quebrado tu distancia reboza,
ya no crece nada bajo mis pies, ¿huiste para qué?

Ahora es el otro Raamses escondido en tu velo,
entre tus piernas me llevas muerto, ¿lo sabías?,
tú nunca entenderás a este dolor, no entenderás,
una herida echando raíces en mi interior,
me has dejado impedido con tu último beso,
las cosas no marchan bien en mi noche estrellada,
momentos tornándose fugaces,
dejándote ir con cada llanto que te dedico,
nada hiere más que extrañarte.

Cada día nace al mundo alguien más de mí,
intentando amarte desde el comienzo otra vez,
pero en la tarde todos los de mí hemos muerto,
no podemos querer a un montón de fotos difusas,
palabras de fácil lavar y tus ojos apuntando a mi despedida,
mi pecho tiene su momento de difunto cada amanecer,
deje que esto me afectara más de la cuenta,
no encuentro forma de sanarme, no, no, no,
supongo que hay amores inolvidables
creo que hay recuerdos siempre fluyendo,
evocando lo que pudo ser.

Y volviendo a ser el que no puede conseguirte,
ayer abrí mi corazón y cabe profundo,
enterré todo tu querer dentro,
estás sepultada, preciosa,
¡nadie de allí podrá sacarte jamás!
¡nadie podrá decir que realmente has muerto!
te he adornado con todas mis frases de afecto
porque yo te amaba. ​

 

Fuertes tus letras…más fuertes fueron esos latidos que te llevaron a escribir este poema​

más que poema.​

Son sentimientos….es un huracán de sentimientos…pero tienen valor…son tus aguas​

esas que salieron a inundar el alma...​

……​

Tenéis temple y mucho…ojala algún día esas aguas se calmen.​

…..​

Saludos poeta.​

 

Ramses
Es una poesía que toca las fibras del ser, es una historia, un amor que hoy es desamor, un amor enterrado entre versos, alguien que ha sido tanto y que seguirá siéndolo en el recuerdo, cubierta de añoranzas...
Creo que faltan unas tildes, por lo demás es un poema perfecto.
Mis estrellas y saludos
Ana

 

Me pongo de pie mi estimado RAAMSES
para aplaudir tus exquisitas palabras que son
una delicia para el lector unidas en este poema
sobre ese amor que la vida a convertido en desamor.
Me encanta como escribes.
Un abrazo.