El flautista de Hamelin.

Yo te amo, de mil maneras.
Lo que pasa es que no te enteras.
No te das por aludida, y me das patadas, como si fuera un balón de cuero.
Y yo, por ello, prefiero vestirte a que pasees por la calle, desnuda.


Y por más lecciones que te dé la vida, sé que el Mar no cabe, por adentro de un embudo.


Que en tu mente, no hay sitio para autor y obra.
Pero el Gozo no es un desatino.
Sino nuestro fugaz destino.
Y sufrimos para ensayar y entrenarnos, mientras se avecina el concierto final.


Sideral y cósmico. Junto al señor de los Ejércitos, que es libertad de expresión,


y se parece la ciudad de Barcelona.
¿ Lo tomas, o lo dejas ? Obras son amores, y no buenas razones.
Conócete a ti misma, a través de lo que haces, y cómo interpretas las sinfonías.
Grábate y escúchate. Domínate y gobiérnate. Controla tus emociones.





Sólo así serás completamente mía. Soy flautista de Hamelin, para ratas y ratones.

 

Excelente poema y relato con humor pero con sustancia. Saludos amigo, que vaya todo muy bien.

 

Gracias, compañero.
Eres decente.
Por lo menos, das acuse de recibo.
Me alegro por tu atrevimiento. Yo me he cambiado a los puros.
El cigarrillo, se me ha quedado pequeño. Y me estoy conociendo mucho mejor.