El genio de los tres deseos.

El genio soy de ésta lámpara.
Tres deseos traigo para conceder.
Tres sois vosotros, uno por barba.
Es el momento clave para escoger.

Yo quiero la paz en el mundo.
Yo que se acabe el sufrimiento.
Y ahí estaba el tercero meditabundo.
Todos esperando, era ya su momento.

Yo por querer y desear, quiero.
Que no se cumpla nada, dijo rotundo.
Ni el deseo del segundo, ni el del primero.
Ese es mi pedido, dijo el inmundo.

Así sea pues, sentenció el genio.
Y desapareció sin más, en un segundo.
Quede de moraleja en este cuento.
Que 1 de cada 3, es un hijo puta en este mundo.

 

Jajajajaja
Nos tendremos que quedar con ésos dos buenos especímenes......
La intención cuenta, aunque no salga bien.
Cuenta intentarlo.
Sino....
¿Qué nos queda?

 

Hay que intentarlo siempre.
Porque los hijoputas nunca dudan en actuar y no hay que darles cancha... ¿Intención de sonrisa lograda?

 

Sonrisa conseguida.


No escribas palabrotas.
Nos vigilan y expulsan por herir sensibilidades pueriles.
Mira donde acabaron mis bragas.
¡Olvidadas en un cajón para mayores!

 

Como se decía en tiempos atrás: "con la censura hemos topado."
Tendré que dejar listo, estropajo y jabón, porque ya verás como tengo que lavarme la lengua en más de una ocasión.
Lo sucio está en los ojos de quién lee.
¡Jopelines qué malandrines! (sin palabrotas)