El gritito

Nací en el 73. Tres años antes del comienzo de la peor dictadura argentina.
Crecí en un entorno acomodado que daba la espalda a las realidades incómodas. Siempre es mejor no meterse en lo difícil para seguir haciendo lo que otros esperan de uno.
Mis amigos estaban bien para ese estilo de vida pero no compartí con ninguna mente brillante nada.
Más bien, fui perdiendo capas de corteza alpedística impartida, y con eso, algunos amigos, contactos, parejas y ex mujeres.
Siempre me interesó/preocupó porqué nadie nombraba nada en la historia argentina sobre la dictadura (a nivel textos escolares o diarios), sólo el desastre de Malvinas.
Tuve que terminar el colegio privado y meterme en la Universidad pública y empezar a tocar en una banda del conurbano, hacerme valer dentro de una empresa añeja y conocer, finalmente, a una mina real real, con las pelotas más grandes que cualquiera de los varones que conocí.
Entonces empecé a entender que el mundo verdadero está compuesto de ese entorno egocéntrico del cual salí y todo lo que se esconde debajo de la alfombra y lo que hay pasando la General Paz.
Entonces me di cuenta que no hacía falta seguir siendo el hijo perfecto.
Entonces me di cuenta que no hacía falta seguir casado para aguantar.
Entonces me di cuenta que la palabra valores no es sólo para indicar plata.
Entonces me di cuenta que para ser feliz hay que mover el culo.
Entonces me di cuenta que había cosas que sobraban y había cosas que me faltaban.
Entonces me di cuenta que lo gris de todo, del “es lo que hay”, puede ser blanco o negro, o del color que me parezca, si busco la pintura y lucho con el pincel.
Para darme cuenta de cosas, además de vivir, investigué.
Y vi que la media de la población (oli) garca que vive amontonada en edificios pretenciosos del centro, siempre tira para abajo. Tiran mierda (y) para abajo. Nada construyen con las palabras, y lo que construyen, para su bolsillo, lo hacen a cualquier precio, a cualquier valor. El corazón está en el bolsillo y todo sale a partir de ahí.
Si estábamos mejor con los militares, era porque estábamos siendo cómplices de las bestialidades de ellos, mientras asesinaban al país (textualmente a algunos y metafóricamente a todos).
Si la frase de cabecera es “no te metás”, es por cagones que sólo quieren salvar su culo (culo situado en el bolsillo).
Si cuando el país se hunde y yo puedo viajar a Miami a comprarme un rascador de bolas profesional, no es porque los tiempos sean buenos, es porque unos cientos se cagan de hambre (por cada viajecito mío).
Si todo termina en un plasma de 50 pulgadas, es porque no tenés ni chance de tener tiempo para aburrirte.
[FONT=Tahoma]Si te seguís matando a pajas frustrantes en lugar de animarte, es gracias a ellos y a la mierda del neoliberalismo de bolsillo.
[FONT=Tahoma]Entonces ahora mi opinión vale, y mi sentir vale. Vale mi el(r)ección de vida con valores. Vale sólo para los que a mí me interesan que valgan; el resto piensa que enloquecí.
[FONT=Tahoma]Qué asco que me dan los tibios ahora (y sí, siempre fui uno de ellos).
[FONT=Tahoma]Prefiero los putos bien machos, los vagabundos que no se humillan, los rockeros que van al frente y al fondo, los adolescentes que se matan sexualmente en las veredas, los que paran su vida porque quieren estar con sus hijos, los que dejan su bolsillo al límite por comprar alguna boludez inservible, los que se pasean en bolas en su casa y se visten como el orto afuera, los que no entienden el qué dirán, los que se dedican al arte invirtiendo tiempo y algo de guita sin que les vuelva casi nada, y a todos aquellos que no les importe una mierda que el centro de la vida quede en el bolsillo.
[FONT=Tahoma]Tampoco voy a pasarme al otro lado, una persona es una persona, tenga plata o no, educación o no, auto o no, haya ido a la cancha o no, haya ido a muchos recitales o no, haya leído mucho o no, haya estado con mil minas o no, haya matado o no. Hay hijos de puta entre los que parecen más santos y también entre los que parecen hijos de puta. Santos no hay. Hay soretes de todos los colores. Pero la opinión de todos es válida y todos estamos en el mismo bote. La mayoría echando más mierda que sacando y por eso estamos siempre a punto de ahogarnos en la mierda (¡no hagan más olas che!).
[FONT=Tahoma]Y hay dos soluciones posibles: o entendemos que tenemos que tirar todos juntos para el mismo lado porque sino nos caemos todos, o nos cagamos todos bien a trompadas hasta que queden en pie sólo los que lo merecen.
[FONT=Tahoma]Lo otro es seguir como hasta ahora, pero eso no es una solución; ni una opción.

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