El grito insoportable de la vida

Con un quejumbroso suspiro
siento el roce de la vida,
ya llena de nada
los veinticinco pétalos de una flor
me despiertan asombrados.

En eterna agonía la desesperación del saber
se ve ya extinguida
por las perversiones de los ignorantes,

tanta maldad ... que duele
tanto vacío ... que ahoga
tanta basura ... que desespera
Y tanto egoísmo ... que mata.

Cuánto tiempo invertido?
nunca es suficiente ... pero el cuerpo exige un alto!
no quiero parar
no puedo rendirme
los sueños nos hacen fuertes
y sólo resta seguir soñando,
pero, qué ocurre cuando la tormenta crece?
qué hacer cuando el sol decae?
cómo conciliar el sueño cuando las tempestades del día te entumecen hasta los huesos?
que delirante melancolía
entre cualquier flor alucinógena
no hay cual supere el éxtasis de vivir

Insuperable fracaso
llanuras del pensamiento
no quieren dejarme
me obligas a existir
yo, que solo quiero el respiro de mi último aliento

Todo sea por un aroma exquisito
un aire puro
una vida en paz
un planeta vivo
una luz encendida que nunca se extinguirá,
resignación ...