El Hedonismo

Cuando te sumerges en el tedio eres insoportable.Intentas compartir tal vil ponzoña con todos los que te rodean.Pero lo que tus ojos tenebrosos no saben es que ellos gozan de una eternidad inmaculada,dada por el arte a los santos sentidos.Tú,pecaminoso,los has defraudado encerrándote en una cripta obscura de razón pura y,por lo tanto,tienes que pagarlo.Creías que así podías asir soberbio la esencia trascendental de Dios.No te dabas cuenta,en tu vil ignorancia,que aquello que buscabas ya impregna la naturaleza real de las cosas.Así pues,sufre por tu ascetismo obtuso y recalcitrante.Yo ya he llegado a la extasiada contemplación de lo Infinito,a través de los ojos.Esos luceros divinos sin los cuales tantearíamos en una obscuridad insondable y paupérrima.Hazme caso,abandona el cilicio castrador y déjate engullir por el vaporoso arte que abre puertas insondables ese viejo desconocido que es tu sagrado cuerpo.

 

Pues sí,homo-adictus,uno de los imperdonables pecados de las religiones que pueblan el mundo es la aberrante estulticia con la que denigran los sentidos.Los muy ignorantes creen que la esencia inmortal de las cosas sólo se atrapa en una interioridad mística carente de sensaciones y sentimientos corporales.Con lo que se topan es con una Nada mixtificada ante la cual caen en la deriva de una melancolía trascendente que les hacen sentir asco y horror.La <<accidia>>es un término latino que se refería al aburrimiento que en el medievo sentían los frailes ante la imposibilidad flagelante de alcanzar lo insondable del universo con sólo enclaustrarse en sus malditas celdas.Menos mal que llegó Niezsche para romper una lanza a favor del cuerpo como gozne potente que nos hermanaba con la substancia dionisíaca que alegre se infiltraba desde lo exterior hacia lo interior de nuestra poderosa y bella Imaginación exaltada.Atentamente Edouard.