El hijo de Asterión

Ya me conocen lectores, pero me presento
adentrándonos fuera de la soberbia
de la cual nos acusan:

Misantropía reprimida en locura benevolente
la de mi animal abuelo
irrisoria acusacion de veneno
la de mi abuela
que con perversos engaños relamidos
infinitas las causas, infinitos los efectos
como los aposentos de mi realidad
causaron el encierro y muerte de mi padre.

Alucinante dificultad medir esta complicación
sin distinguir los puntos de cualquier encierro
antigua formulación de ostros sin destino
y zoofilica pasión al comienzo de mi estirpe:
incesto redimido de mi madre y su hermano
como la luz de la telaraña en una cornamenta.

Soledad voz frecuente insidiosa y perfidia
diegésis y análisis en la voz de la tragedia
tanto abandono tanta tristeza y desaliño
como la única compasión, la de Ariadna
hicieron que Asterión, mi padre
violara a su propia hermana.

Tesión es mi nombre en la orfandad
escondido en la seda de los hilos
cobijado en la ternura de mi madre
abandonado en esta casa de infinitas bifurcaciones.

Cada decisión tomada, cada oportunidad perdida
cada narrativa y cada concesión
lo que pudo haber sido, lo que ya no será
pasa ante mis ojos en maldición eterna.

Ocho ojos de araña, ocho visiones para cada momento
lo que fue, lo que es y lo que será
lo que no fue, lo que no es y lo que no pasará
y dos opciones mas que yo no entiendo
porque nunca son, pero si pasaron
fue, es y será mi anatema, mi laberinto.

Puedo leerlos, apreciados lectores
fuera de tormentos y bendiciones
mientras letras apretadas en racimos
hablen de sí mismos.

Ya me conocen, lectores, y los leo.

 

Me gusto
saludos.

 

Todo el poema me ha gustado y puede ser una buena forma de introducción, pero esta estrofa de una manera extraña me identifico con ella,
reciba saludo Regio desde este lado de los desvíos del río llamado Grande,

 

Gracias Guadalupe, no hay nada de extraño identificarse con hilos de seda, cuando de siempre, nuestra naturaleza es soñar con arañas.

Reciba un fuerte abrazo y bendiciones.