El hombre contra los hombres

Atrapado por el abanicado sentir de la primavera.

Despellejado en mi otredad de sombra.​

Manchado y arremangado como una pluma anómala
los puentes están hechos al servicio de los zapatos. Su excepcional figura

su romana biografía su aire suicida ​

que abre todas las puertas de la naturaleza
su camino solo de esquinas
su cólera de hiperbatón en sus pasos de su desbrozada carne de los pantalones

El clemente el ferial el vespertino y también el añejo
el del cultivo de agua y de arañazos incontrolables

su reversión hacias las cajitas de música
su tolerancia a la biosfera

es inevitable

hablo del Ser y su sello

de su plétora de diván de su mordedura moderna en la construcción de lanzasç

de su apoptosis de cenizas.