El hombre de la mascara de hierro.

“Estando en otro de sus viajes a través de los tiempos, el joven Caballero visita Francia en 1709, donde escucha una leyenda que se fugó de la Bastilla, acerca de un hombre que había sido apresado por el rey Luís XIV por causas desconocidas que llevaba una máscara hecha de hierro y por las noches en la fortaleza se le escuchaba llorar acompañado de su guitarra, por lo que decide hacerle una visita. En su visita logra consolar a aquel hombre y cumplir su última voluntad. (Dedicado a todos los que sufren de injusticias y de soledad en el mundo…)”

Viertese en barrotes el llorar de tu guitarra…
¡Oh tu llanto mezclado que narra
tu olvido, general francés!,
como rosas ya marchitas que en un vaso
se alimentan de tu sombra cada vez
que pensasteis de regarlas: ¡Ya no hay caso!
¡Da más caso ya el destierro
que el encierro injusto
que al rey Luís sació el gusto!
¡Pobre hombre de la máscara de hierro!

¡Pobre rey bajo un corrupto yugo!
de otro rey que bebe jugo
rojo, pero no de viña,
sino sangre de la niña
que tu llamas Francia “Grande imperio”
donde mora un gobierno serio.

¡Pobre rey!
que se pasea en su castilla
que tu llamas Bastilla,
de séquito aquel grey
que os alimenta en vuestro llanto
con un plato de sopa
en donde navega el vano canto
en mar de silencio, viento en popa.

¡Escucha esta voz, cálida y secreta!,
¡Soy por tu Dios, enviado Profeta!

Miradlo sentado en el balcón de los sueños,
aureando su máscara, sus cabellos dueños
de caudalosas historias sin escuchar,
miradlo con ganas de embuchar
esas lágrimas de un mar de injusticias
de ese injusto rey que se envicia
de tu secreto, bello y desnudo
que quisisteis contar a tu custodio…sordomudo.

Miradlo sentado llamando a las estrellas,
su llanto delata que intima con el hierro,
quiere la compañía de esas bellas
rosas del camino hacia el destierro,
pues deseaba que sepan de su existir,
pues Voltaire habló y lo escuchó
mas su leyenda desecho:
¡Un hombre, así no ha de vivir!

Y en tu cama
en tus sábanas sin cromo
te llama
la duda, preguntas: ¿Cómo?
¿Por qué salvar a tu ejército os premió con la máscara?

¿Por qué la rica pulpa está bajo la cáscara?
si el lirio está en el agua
y no bajo de ella,
si brilla más la estrella
que una máscara y su fragua.

Y bailas dando besos celosos
a tu máscara, fiel compañera,
acaricias tus mechones sedosos.

Y preguntas: ¿Dónde estás mi Dios?,
con tu Biblia en la mano
deslizasteis vuestro dedo en el salmo veintidós
y le gritasteis con el corazón desgarrado
y pensando en tu rey, gemelo hermano:
¡Dios mío!, ¿Por qué me habéis abandonado?,
derramando vuestro llanto en las rosas
que al beber tus perlas líquidas
se tornaron mariposas
y alzaron a las brisas…insípidas.

¡Oh Vivien de Bulonde, general
que atizonasteis por vuestro rey al mal!,
escuchó mi Padre vuestro clamor
y precipitó vuestro ser en su seno,
y acuno vuestro dolor con su pleno
beso de Amor,
¡Habéis vuelto al polvo de Francia,
saciasteis vuestra sed de libertad…vuestra ansia!

Y ahora yaces bajo un nombre ajeno,
tu lápida, ¡Marchiali!, custodia vuestro entierro,
de gracia y frescas flores estáis lleno,
¡Siglo XVIII!, ¡Hombre de la máscara de hierro!

El Ángel del Dulce Olvido
08-Mayo-2007