El hombre de negocios.

Mi trabajo va sobre ruedas.
Como la seda, se vende,
de comercio en comercio.
De boca en oído van los rumores.


Se esparcen los comentarios, como el rocío,


de la mañana.
Mi reputación está al alza,
¡ Por las nubes ! Agarro la Luna,
con mano izquierda, pues soy diplomático.


Y en el juego de Ajedrez,


los peones han de mantener la tensión.
¡ Qué ilusión ! ¿ Venceremos ?
¿ Seremos, si no, pasto de las llamas ?
¿ Seremos, del verbo ser, como el Creador ?


<< Señor bocadillo de Spaghetti con carne picada,
le llaman del cielo de la boca. >>


¡ Oh, es la lengua !
¡ Alláh, Alláh !
No me postraré ante él...





<< Alláh requiere su presencia, inmediatamente.
Ipso facto. ¡ Arreando, que es gerundio !
Él consiste en el No-Ser, y la No-Violencia.
Principesco y aprendiz por siempre... >>


De acuerdo...
Me pondré mi capa mágica, que otorga
la invisibilidad. No quiero que se noten
mis granos, en la comisura de los labios.


---> ¡ Hombre, Nommo ! Celebro verle.
Veo que vende la poción mágica del druida Panorámix.
Y que la imanta, con imanes de neodimio,
y usa una bobiba bifilar de Tesla, toda alrededor. <---


En efecto, ¡ Señor, sí, señor !


---> ¿ Qué produce ? ¿ Qué promueve ? <---


Mayor consciencia.
Mayor conocimiento de la situación.
Capacidad de análisis. Contemplación de lo vasto
que es cada Momento. Pararnos en el Ahora...


---> ¡ Páseme una cantimplora ! <---

 

Jajajaja te has quedado seco, macho.
Tiene rasgos muy grandilocuentes.

 

Estoy seco, como la mojama.
Pero soy digno, como el jamón serrano.
A veces, miro a la tortilla de patatas.
Otras, al plato alpujarreño, al cocido madrileño, a las lentejas con chorizo,


o en el restaurante chino, a la sopa agria y picante.