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el hombre que se cogía a todas las mujeres que se le antojaba

Tema en 'Poesía realista (sin premios)' comenzado por jose villa, 23 de Mayo de 2025 a las 12:40 PM. Respuestas: 0 | Visitas: 47

  1. jose villa

    jose villa Poeta que considera el portal su segunda casa

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    ,

    algún cable dentro de mi cabeza
    debió soltarse -o quizá se cruzase con otro-
    dando como resultado que
    ya no hablara yo en español, sino en
    bielorruso medieval
    (yo sabía sin más que era bielorruso medieval)

    "Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая"
    le dije a mi mujer
    que andaba por ahí, con la escoba en la mano
    aun cuando no eran todavía ni siquiera las 8 a.m.

    "¿qué mierda dijiste?, no entendí ni putas"

    "Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая"
    repetí yo, esta vez más despacio

    "¿otra vez inhalaste cemento?" -inquirió ella

    me quedé callado, y empecé a reflexionar:
    "debo estar siendo víctima de un jodido experimento extraterrestre
    en el que por supuesto no participa mi mujer:
    eso, o la pendeja en realidad sí entiende lo que digo
    pero como seguro anda jeta porque no fuimos anoche
    a cenar con la bruja de mi suegra
    ahora se hace la mula nomás para joder"

    "Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая", le dije
    con mi tono de voz más cariñoso;
    sin embargo, ella se mantuvo en sus trece:

    "se nota que tienes ganas de cagar la borrega, cabrón
    ¿qué te parece si mueves el culo y te vas largando al trabajo?"

    por lo visto, ella realmente no entendía nada
    y como estaba claro que por mucho que le insistiera
    no iba a conseguir que me entendiera
    (nunca conseguía nada insistiendo con ella)
    me levanté y me arreglé y me empiné el café
    y salí dando un portazo de la casa

    me fui caminando hasta la parada del camión
    hacía un bonito día, el clima era agradable
    y los pajaritos cantaban en los árboles;
    supuse que estaría mediada la primavera
    pero en realidad me chupaba un huevo ese tema:
    a mí lo único que me importaba en la puta vida
    eran los jodidos asuntos de la fornicación

    había una hermosa morena en la parada del camión
    la miré de reojo mientras me relamía la lengua:
    veintitantos, piernas largas que emergían desde debajo de
    una brevísima falda entallada
    culo turgente, bien formado y compacto
    tetas grandes y aún enhiestas
    ceñidas por un top de licra:
    la verga se me empezó a parar

    "tranquilo, villa, podría ser tu hija"

    entonces se me ocurrió acercarme a ella
    y soltarle mi rollo bielorruso:

    "Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая"

    la diferencia entre su reacción al escucharme
    y la mostrada por mi mujer
    fue cuando menos excepcional:
    a la chica simplemente se le iluminó la cara
    su pelo pareció emitir suaves destellos dorados
    y no había terminado yo todavía de cerrar la boca
    cuando ya ella estaba a mi lado
    agarrando uno de mis brazos y tirando de mí
    en dirección a la parte trasera de un montón de arbustos
    que crecían unos metros más allá
    de la estructura metálica del paradero

    por supuesto, no opuse resistencia alguna
    me dejé llevar hacia donde la chica me arrastraba
    mi verga había terminado de endurecerse
    el olor corporal de la mujer me subyugaba
    era como si la puta frasecita también obrara efecto afrodisíaco
    sobre el sistema fornicatorio masculino

    había una parcela de suave hierba detrás de los matorrales
    una especie de franja de dos metros de anchura
    que colindaba con el muro de una construcción
    y sobre la cual mi amiga se despatarró
    se alzó la falda, se apartó el hilo de la tanga
    y me hizo señas de que entrara en ella:
    "¡métemela lo más adentro que puedas, por piedad!"
    añadió con voz impregnada de lujuria

    ella fue la primera que me cogí ese día
    le estuve dando macizo un buen rato
    y el mundo pareció eclipsarse alrededor
    yo le susurré al oído "Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая"
    -al parecer no podía decir ninguna otra cosa-
    y su pelvis empezó a cimbrarse como si
    debajo del culo le hubieran puesto una barrenadora de concreto en movimiento
    que la hiciera zangolotearse salvajemente
    cual frágil cometa atrapada en el huracán de la pasión

    de pronto soltó un terrible alarido
    y su cuerpo comenzó a convulsionarse
    al verse envuelto en las ondas trepidatorias del orgasmo vaginal más intenso
    que mujer alguna experimentara jamás
    en toda la puta historia de la humanidad

    "ya podré morir en paz"
    oí que murmuraba mi conquista
    una vez recuperada y puesta en pie
    al tiempo que se sacudía la falda
    me tiraba luego un beso y se perdía
    de regreso rumbo a la parada

    seguí tumbado algunos minutos en la hierba
    "ni siquiera sé qué significa esa puta frase"
    me dije mientras fumaba un cigarrillo
    "quizás remueva alguna especie de mecanismo biológico ancestral
    enquistado en lo más recóndito de la vagina
    y haga saltar un resorte en cualquier mujer
    -excepto probablemente la mía-
    que la empujaría a requerir con urgencia
    la introducción inmediata de una verga en el chocho"

    decidí faltar al trabajo, sobra decirlo:
    la posibilidad de cópula ilimitada con toda clase de mujeres
    empezaba a perfilarse en mi cabeza:
    "sólo tengo que decir la pinche mamada esa
    y cualquier mujer se dará prisa en abrirme las piernas:
    ni siquiera el jodido rasputín habría logrado esto"

    así que me puse en pie y caminé hasta el mercado de la siguiente esquina
    allí me cogí a la que vendía mangos
    a la que vendía jitomates, a la mesera de la marisquería
    a una que iba pasando y a la policía del semáforo

    Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая
    me bastaba con susurrarles al oído
    para que la dama en turno sufriera aquella brutal metamorfosis
    que la convertía en una depredadora sexual enardecida
    urgida de ser penetrada por todos los orificios posibles

    así me pasé todo el puto día
    -el día más feliz de mi vida-
    de calle en calle, de barrio en barrio
    cada 20 minutos metiéndola en una vagina distinta
    sacudiéndola un poco, sin apretar demasiado para no correrme
    -sólo llegaba a eyacular dentro de las más buenotas-
    y diciendo la frasecita para que la mujer explotara
    y pudiera obtener con ello una breve visión
    de lo que hay más allá de las puertas del cielo

    no miento si digo que me cogí a unas 100
    flacas, gordas, lunáticas, medio zafadas
    profesionistas, limpiabaños del macdonalds, conductoras de uber
    una turista japonesa a la que le revisé bien el coño
    para ver si no lo tenía pixelado
    y la última: mi puta suegra
    a la que además le llené la boca con mi eyección seminal

    al caer la tarde, regresé a mi casa
    saludé a mi mujer con un simple ademán
    me cambié de ropa, me serví un trago
    y me senté a la mesa dispuesto a comer

    "¿y ahora qué puta mosca te picó, cabrón?"
    preguntó mi media naranja con su habitual gentileza
    al ponerme delante un plato de espaguetis
    "¿sigues emperrado en recitar tu trabalenguas?
    ¿vas a mantener esa actitud infantiloide de retrasado mental?"

    "Ну, дай мне немного твоей корзовы, дорогая"
    salió de mi boca sin poder evitarlo
    -aunque yo había querido decirle "hola, mi amor"-

    entonces mi mujer, todavía con la cazuela
    de los espaguetis en la mano
    me atizó con ella en la cabeza
    con tal violencia y rabia que
    el cable suelto en mi cerebro se reconectó
    mis sinapsis bielorrusas se esfumaron
    mi español nativo volvió a asumir el mando
    del centro de procesamiento verbal en el hemisferio izquierdo...

    y yo acabé con un puto chichón del tamaño de una calabaza
    la cara un poco hinchada, los huevos ya nostálgicos

    y sabiendo que mi día de gloria había quedado para siempre en el pasado







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