El inicio del final de una vida.

El inicio del final de una vida

A estas alturas de mi añeja vida
me asaltan hordas de melancolía.
Los días se agrían lentamente
y las horas dejan un regusto amargo.
Como un café sin azúcar en vaso largo.

Solo me cautivan las tardes de luz vencida,
ocultas por nubes grisáceas y plúmbeas.
Tardes salpicadas por lágrimas de raso satén,
que sollozan, por aquéllas, que no han de volver.

El verde aroma recién cortado
obnubila mis sentidos, ya muy cansados,
y me empuja sin mesura
al rincón oscuro de mis ocultos pecados,
donde busco sin cautela, pero con cordura
los abrazos que esquivé, de mis pasos errados.

​

José Ignacio Ayuso​

 

Gracias Maramin, excelente comentario. Sobre todo te vas dando cuenta, de cuanto roce, afecto, cariño, has ido dejando a un lado de personas que te importan y que posiblemente sea de las pocas cosas más valiosas que hay en esta vida. Algunos se podrían solucionar, otros ya son imposibles. Un abrazo. José I.

 

Muy bello, sentimientos que creo reconocer, ya tengo una edad, me gusta la sutil languidez de tus palabras y las grises pero brillantes imágenes que estas crean. Llegados a un punto parcece que necesitáramos que todo fuera más despacio a nuestro alrededor, a mí me pasa, solo con mis recuerdos y fantasías plasmadas en la escritura o en sueños imposibles parece que sigo vivo ante la velocidad de un presente que pasa por mi lado casi sin rozarme. Me ha gustado mucho pero que mucho este melancólico y hermoso poema amigo José Ignacio. Un abrazo. Paco.

 

Auch, che... José I...
nostálgicos sentimientos son los que expresas en tus versos, pero me pregunto, acaso alguien sabe cuándo ¿empieza el final de la vida? generalmente eso se asocia a las personas mayores de edad, y creemos que al llegar a cierta edad es cuando se aproxima ese final, pero yo conozco, lamentablemente, muchas personas jóvenes a quienes le ha llegado ese final sin siquiera haberlo pensado... Me encantaron tu versos porque en el fondo es un tema para reflexionar. Te dejo un inmenso beso y abrazo como la misma inmensidad de la MaR porteña.

 

Muchas gracias Paco por tu amplio y explícito comentario, por lo que veo estamos en un mismo barco, que aunque aún le quedan muchas millas por navegar, de vez en cuando se para y mira hacia atrás, buscando quizás, recrearnos y degustar con mayor tranquilidad los momentos que no volverán y que de alguna forma marcaron nuestro paso hasta el ahora. Y lo que tu dices, la velocidad de los nuevos tiempos nos desborda, nosotros somos de la era analógica y tenemos que darle paso a la digital.
Me satisface mucho que te haya gustado al tiempo que me honra.
Un fuerte abrazo Paco. José I.

 

Existen estadios en la vida que añoras esos momentos de calma, café y tarde gris, para mirar adentro, de introspección, en tu rincón favorito, acompañado solo contigo mismo y esos recuerdos que van fluyendo sin llamarlos. Lo malo es que esos tiempos están muy cotizados en el mundo en qué vivimos. Casi siempre hay algo o alguien que no sabe que estás ocupado. Muchas gracias Luzyabsenta por tu amable y certero comentario. Un abrazo. José I.

 

Muchas gracias MaR por ese comentario tan interesante, del que no te falta razón. Lo que ocurre a veces, es que hay momentos, no hace falta ser muy mayor, que cuando se dan varias circunstancias tu estado anímico te lo pide y necesitas adentrarte en tu refugio y de alguna manera saborear esos tiempos de nostalgias y reflexionas sobre lo que has vivido o has creído vivir, y en ocasiones te afloran más los errores cometidos que los aciertos; y el recuerdo de esos errores, que a lo peor ya no puedes enmendar, son los que te dan ese punto ese punto de melancolía y el iniciar la etapa del fin, aunque todavía te quede mucho carrete y más cuando la inmensidad del MaR te deja esos inmensos besos y abrazos, entonces, a partir de ahí, de la melancolía pasamos a la euforia. Muchas gracias por acercarte hasta este rincón de melancolía y retirar las cortinas para que entre la luz, me han vuelto las ganas de vivir. Un enorme beso y mayor abrazo MaR porteña, profunda e inmensa. Besossssssssssssssssssssss.

 

Muchas gracias por tu dedicación y tu amabilidad Luzyabsenta.
Saludos amables y un abrazo. José I.

 

Para que la melancolía que acarrea muchas veces los estados de ánimo de quienes caemos en esa cuenta, cada vez que miramos hacia atrás y vemos que hemos cometido errores, y con éstos como bien dices, ya no se puede subsanar o enmendar, es que esta MaR porteña se acerca nuevamente para dejar un gran volúmen de besos y abrazos, para que ese carretel de vida, siga girando por mucho, muchisimo tiempo más... Besooooooooooooooooooooooooooos de mar porteña y en calma, para ese PeZ madrileño.

 

Y con tinte melancólicos mandas estos versos, de esos días que guarecen bajo la lluvia del alma y esa búsqueda sin respuestas....
Inmenso placer José degustar la nostalgia de tus versos...
Un abrazo hasta tu espacio
Camelia

 

Este poema me gusta, y con respecto a errados pasos… qué te puedo decir; es mejor hacer y errar a no hacer nunca nada. Carajo, hombre, no somos semillas, pero son algunas cosas que dejamos eternas; que nos recuerden por esas cosas… Por eso vale la pena vivir.


Un abrazo grande José.

 

Muy agradecido por tu bonito comentario Camy, ha llegado a mi espacio al igual que tu hermoso abrazo.
Te mando unos besos con algún tinte de melancolía.

 

Muchas gracias Danie por tu comentario, me alegra que te guste, con lo exigente que eres jajaja y buen crítico. Cuando uno ve un error que cometió hace tiempo y no subsanó en su momento, y ahora ya no hay remedio, es entonces en esos momentos cuando te asalta la tristeza y te sientes mal. Pero tienes razón, aún así vale la pena vivir.

Un fuerte abrazo Danie. José I.

 

Todo tu poema, José, es una perfecta transmisión del estado de melancolía que toma por asalto al corazón, y lo llena de grises.
Pero cito la estrofa que a mi modo ver, es hermosamente triste, muy bella y construida con talento extra.
Es un placer visitar tus obras.
Te envío un abrazo con admiración .

 

Cuanto me alegra que te guste y te provoque ese placer al leer mis poemas, es recíproco, a mi me sucede lo mismo al leer tu obra.
Muchas gracias Cecy por tu comentario tan bonito y cariñoso. Bueno, y eso de "con talento extra" ya me has ganado para lo que quieras.
Gracias, un beso muy fuerte y también con admiración ¡¡¡MUAKC!!!

 

Querida y admirada MaR, te había olvidado aquí solita, sin mi oportuna respuesta, creo que tengo que engrasar este "carrete de vida" para girar con mayor viveza y llegar a tiempo tus momentos de mar porteña y en calma. Este PeZ madrileño no tiene perdón. Espero poder enmendarlo y pagártelo con creces. Muchas gracias por estar ahí, aunque este ingrato PeZ no se lo merezca. Un besote. José I.

 

Querido PeZ madrileño, esta MaR también cree que no tienes perdón por este olvido de dejar abandonado un comentario hecho con mucho cariño sobre tus versos. Pero la dulce-luna ha salido a interceder y la metiche de RoMi también, ambas dijeron que un olvido involuntario lo puede tener cualquiera, mucho más un PeZ , así estás totalmente disculpado, pero eso sí, con una advertencia de que no vuelva a ocurrir, JAJAJAJA

Te dejo un besazo y un fuerte abrazo.

 

Querida MaR porteña, este PeZ pondrá todo el cuidado del mundo mundial para no volver a cometer el mismo error. Cometeré otros, ya sabes que los peces casi no tienen memoria. Díselo a DuLcE y a RoMi, y dales las gracias de mi parte por interceder por mi.
Yo no te dejo, te doy un besazo y un fuerte abrazo. Para la MaR más fabulosa y comprensiva donde las halla. José I.