El invasor

Agigantándome en tu recuerdo
tomando uno a uno tus pueblos,
voy expandiéndome dentro de ti,
sojuzgando tu corazón
en mí ambición desmedida.
Invado lentamente tu alma,
sitio tus ciudades antiguas y nuevas
y las ataco brutalmente,
para desmoronarlas hasta la nada.
Pero eres un pueblo valiente como pocos,
resistiendo todos los embates,
tu última fortaleza, no quiere caer, me enfrenta,
y es tan puro tu espíritu libertario,
que vence a mi orgulloso absolutismo.
El terrible tirano emprende la retirada,
no puede derrotar tus ejércitos.
No arriesgará de nuevo su poder,
podrías adueñarte de todo su imperio
para siempre,
podrías borrarlo de la historia,
como si fuese un pequeño feudo perdido.
El amor puede cambiar la historia… del mundo.

 

La maravilla del arte intenso y profundo de la belleza y la hermosura.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.