El jardinero y la rosa

Soy cobarde.
Sigo aferrada a los pétalos marchitos
De mi esencia transgresora, nacida en desierto.

Soy una rosa agónica negándose a morir.

Era la rosa de pétalos con espinas
Y tú el jardinero que le dio vida por un tiempo.
-Diste tu vida, por un instante de la mía-
Un tiempo inerte en jardines mutantes de la tierra.

Jardinero, jardinero
Tu cantimplora está llena de elixir impar
-Solo le servía a esta rosa-
A esta rosa que se ha cosido su corola al tallo
y espera de nuevo, el manantial de vida.

Jardinero de lágrimas benditas
para mi centro sediento de tu alma,
¡Vuelve a mí, tu cantimplora!
Y llena de savia fecunda
Mi cuerpo ya muerto.

¡Oh, jardinero, jardinero,
Si tan solo pudieras revivir!

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Hermoso entre la melancolía que destilan sus letras. Ha sido un honor poderme pasear por sus letras y dejarle todas las estrellas y un abrazo desde California.

 

Hermosa melancolía dibujada amiga...ha sido un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Melancolia... es recordar viviendo... y es que el presente es resultado de nuestro pasado...
bella manera de escribir poeta.