El jazmin

A veces mi corazón se encuentra en una jaula

tan dura que duele

y no sabe salir de ella.

Por entre los barrotes le entra

el perfume a jazmines,

ese jazmín pequeño y silencioso

que vive en mi terraza

y que me cuenta el olor de mi casa,

la luz del sur que apenas recordaba.

La suavidad de sus flores pequeñas

que cada mañana caen al suelo

me marcan los días,

me llenan de vida,

me apagan la angustia

que a veces hay en el cuenco de mis palabras.

Esas flores pequeñas

blancas

liman los barrotes de mi corazón

cada mañana,

y siento su aroma suave

subir a mi boca,

tocar mis ojos

como una pincelada de luz divina

que diera un maestro

a un lienzo acabado.

Toda la belleza

se arremolina en una flor,

toda se agolpa de pronto

en su pequeño latido,

y con su olor

me inyecta antiguos recuerdos

que me vuelven a la vida,

a la vida de ahora

luminosa y pacífica,

que agarro fuerte para que me ayuden

a salir cada mañana a la terraza

y aspirar toda la brisa

con olor a jazmines

de mi casa.

 

Gracias Nancysant por tus letras
un abrazo
mariab

 

Arraigo de recuerdos que devuelven la vida en ese
despojo desde donde concluir que los entornos son
elementos sutiles y consustanciales con esa medida
de amor perdido.
bellissimo pues las apreciaciones de la tristeza estan
sopesadas y drenadas por una sinceridad unica.
felicidades. luzyabsenta

 

Gracias Luzyabsenta
Estoy deseando leer tus comentarios.
Es un apoyo inestimable
mariab

 

Siento que merece la pena estar en
una nueva lectura con esta genial e
inspiradora obra de sutil melancolia,
y a la vez ser agradecido a tu amable
respuesta para mi comentario.
saludos siempre sinceros de luzyabsenta