El Laberinto.

Tomo la decisión más importante de su presente en una letrina, intentando de ser lo más humano y lo más natural, para tratar de idealizar el punto de la vida.
Dio un paso con temor; pero al fin de cuentas lo dio y lo puso sobre el suelo, sobre un sendero... Sobre la virginal y fértil tierra.
Se perdió entre la incertidumbre y el oscilamiento de la dejadez.
Su espiritualidad ya reinaba su mundo y cada instante.
Vagaba en lo pesado de su éter y
en la proyección de una muerte áurica.
Se pregunta:
-¿Cual es el punto?-
Quizás estaba perdido, o en el nacimiento de encontrarse.
¡Ahora somos lo eterno en el instante!
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Máximo respeto!!