El llanto del sabor

Intúyeme en las gotas de alegría
que se apoderan de los diccionarios
silentes. Es un llanto del sabor,
un gesto indivisible de mi nombre
en tu piel. Estoy cerca, tan cercano
que imito tu placer de inundaciones
que deja una tormenta en la mirada,
que sigo a los diluvios que te hacen
igual que a su bandera los soldados,
que soy parte de ti cuando eres agua.

Siémbrate de abundancia las montañas
como pezones blancos de febrero
que luego clavará su gesto el sol
en los escalofríos de la nieve
que ya quiere marcharse a ser marea.

Y no le temas a las deshidrataciones
porque en ellas, a cántaros, se sacia
la sed de algún reloj de cordillera
en la noria de edad que te propongo.

 

Estupendo poema de amor acuático. Un saludo

 

tu poesía si que fluye amigo, como seda y agua, como aire... un gran abrazo, gracias por deleitarnos siempre...