El lobo astuto (soneto)

El lobo astuto

El lobo se comió una oveja negra
dejando a los pastores con recibo,
de ver que su rebaño desintegra
y pierde en la vigilia su motivo.

Juntándose el rebaño no haya legra
que inquiete la blancura del activo,
que vio en la oveja dicha barbinegra
y fue a por el consumo más altivo.

Quizá la moraleja esté de sobra
y escuche el buen oyente la neuralgia,
de ver que sin corral no habrá zozobra.

Remedio debe ser que el lobo cobra
y entró con el permiso de gastralgia
diciendo que no hay mal sin buena obra.

 

Nop.

No hay mal que por bien no venga.

Los que somos lobos somos medio taimados.

Un abrazo.

 

Interesantes tus versos Orfelunio, gracias por compartir.
Saludos,
Guderio.

 

Precioso Soneto, Orfelunio, un placer su lectura

 

Muchas gracias por el comentario. Un saludo

 

Muchas gracias por el comentario. Un abrazo

 

Muchas gracias por el comentario. Un abrazo