El maestro de mi barrio.

El maestro de mi barrio.

Enjuto, su nariz lo delataba
pelo abundante cano y ondulado,
serio el rostro parece preocupado
efecto, que su risa disipaba.

Con orgullo su oficio practicaba
la enseñanza impartía con agrado
aunque crecido fuera su alumnado,
exceso, que en mi barrio se palpaba.

Chico, y tu educación ha concluido
la enciclopedia tienes aprendida
y cuatro reglas sabes de corrido.

La buena urbanidad planto en tu vida,
un bagaje que siempre ha florecido
flor que en ti, destacando va prendida.

Amadeo.
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Buen homenaje a los maestros vocacionales. Buenas ideas sembraron en sus alumnos.

Salud y ventura.

 

Hola amigo Antonio: Nuestra afinidad, nos ha juntado por estos lares,
un placer tu visita. Un abrazo. Amadeo.

 

Profundos versos para un magnífico soneto, saludos y respetos para usted

 

Hola Manticora: Muy agradecido por tu lectura y elogios y un abrazo para ti. Amadeo.