1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El manco y la ciega

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Antxuron, 17 de Abril de 2022. Respuestas: 0 | Visitas: 210

  1. Antxuron

    Antxuron Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    7 de Diciembre de 2013
    Mensajes:
    131
    Me gusta recibidos:
    64
    Un manco de los dos brazos

    por las calles mendigaba

    sorteando los rechazos

    de todo el que se acercaba.



    Por la misma calle abajo

    también pedía una ciega

    que no veía un carajo

    ni una gran columna griega.



    El se le acercó y le dijo

    que podían unir fuerza

    y darse mutuo cobijo

    cuando el camino se tuerza.



    Que aunque fueran dos despojos

    tratados como inhumanos

    el prestaría sus ojos

    y ella sería sus manos.



    Así quedó el juramento

    para curar sus fracasos,

    ella daría el sustento

    y el le guiaría sus pasos.



    Un día muy caluroso

    el manco mucho sudaba

    y la ciega al sudoroso

    de agua su boca llenaba.



    Y no hay mucho que pensar

    ni nada que discurrir

    que todo lo que ha de entrar

    también tiene que salir.



    El quería desaguar

    y así le rogó a su amiga

    que le ayudara a aliviar

    su incontenible vejiga.



    La ciega de nacimiento

    creyó topar con un muro

    y en ese mismo momento

    lo vio todo aun más oscuro.



    Ella dijo que accedía

    por humana caridad,

    el ir a un sitio pedía

    donde hubiera intimidad.



    En un descampado oscuro

    sonrojada y con estrés

    la invidente con apuro

    extrajo aquel gran ciempiés.



    La culebra chorreaba

    y a la par se endurecía

    el gran reptil que se hinchaba

    y la mano que le escocia.



    Como notaba al tullido

    totalmente entusiasmado

    ella sacó de seguido

    un gran cuchillo afilado.



    Seccionando de un plumazo

    con amputacíón eterna

    al manco de los dos brazos...

    ...y de la tercera pierna.


    ©ALFONSO NIETO CARRETERO

     
    #1

Comparte esta página