El manco

El manco

Un páramo de luz es cuanto alcanza
turbado a recordar el caballero.
La fatiga y la trágica amargura
de no saber quién es lo tienen preso.

Cuando declina el día en su ventana
busca a lo lejos formas de gigantes,
doncellas, magos, ínsulas ubérrimas,
encantamientos, yelmos y ciudades.

La noche castellana torna al triste
hidalgo derrotado en bello loco
que sueña por la Mancha un reluciente
amor por Dulcinea del Toboso.

No tiene desperdicio el insensato
hidalgo en las ficciones de Cervantes.
Quijano yerra espléndido en el sueño
de un manco diestro en esto de las artes.

Un páramo de luz, un breve instante
y la cordura alienta finalmente
la carne arrepentida sobre el lecho
donde Quijano sueña para siempre.

 

Interesante lo del Quijano, grato leerle

 

gracias Marianne