El mar de la tranquilidad

Hay cosas de la noche, que enmudecen los sarcasmos de la luz en rostros llenos de ira,
entes que emergen de fatídicos murmullos, desde las gargantas agotadas de los muertos,
eventos perceptualmente desafiantes, amistades casuales, lamentos, necios y verdugos.

Hay cosas de la noche, pesadillas accidentales que instigan letargo al transeúnte,
faroles amargados, luz descendiente desde misteriosos instrumentos,
hay doctrinas nocturnas de extraños fetichismos, en hangares lúgubres, oníricos.

Hay cosas de la noche, lógicas ambivalentes, contradicciones al silogismo diurno,
variadas y absurdas formas de retórica,
desordenes lingüísticos e intensa disonancia cognitiva,
la noche, el horror de hombres racionales tercos y vagabundos.

Hay cosas de la noche, intervalos de demencia en mentes sanas,
está la luna dando a luz un millar de monstruos,
que caen en forma de reflejos sobre superficies oculares,
rumores de fantasmas a oídos fríos;
hay cosas de la noche, invocaciones donde se invierte el pensamiento y el tiempo.

Hay cosas de la noche, de la saliva negra que satán escupe sobre el pavimento celeste
Hay cosas de la noche...
Tantas cosas.

Sergio Barrera R.

 

Creo es la primera vez que le leo y si es así le deseo dar la BIENVENIDA a esta familia virtual espero que su estancia sea placentera,

 

Muchas gracias, aprecio mucho tu mensaje