El mar y el vacío que dejó tu cuerpo.

Amo aquellos mares,
que son cual bosquejo
sobre este muerto llano y perplejo.
Y que al incitar el lado oeste
de este gris misterio,
arremeten cual bichero
para socavar los miedos
párvulos, de pernoctar
y encontrar mustios luceros.

Amo aquellos mares,
que callan cada vez que miras
con tu reservada lira,
esta franqueza envuelta
y en la soledad tu boca se atina con mis ojos
y ellos aparentan ser del viento,
pero que aún te miran cuando
tus espaldas frente a mi perfilas.

Amo aquellos mares,
que desecaron las colinas
para poder gritar cual pregonero,
y atocinar a estos cuatro vientos
con la romanza de un férreo lapicero.
y con la disonancia que dejó tu cuerpo.

(Incluso, azorado ha quedado el sueño, por el vacío inmune que dejó tu cuerpo.) ​

 

Me gustan tus letras.

Placer leerte.

 

Interesante placer pasar por tus bellos versos, mis estrellas.

 

Gracias por tu tiempo poeta!!!
Un abrazo!!!!

 

Muchas gracias por tu visita ludmila!!!
Un beso