El mar.

​

He nacido en el medio del desierto
mas me hablaron del mar y se atoró en mis sueños.
Quería yo saber si eso era cierto:
espacio enorme y líquido, sin dueños
de cuya inmensidad gozaban los isleños.
Quise buscar un puerto,
llave del paraíso de esas azules ondas,
bogar a cielo abierto,
y ahí arriesgar mi vida con todos mis empeños.
Mas recibí advertencias de porteños,
dijeron que a su modo era un desierto
de soledad inmensa, de abismos y despeños.
Causome tal verdad gran desconcierto.​

 

Muy bonito el enzonetto, incluso el sueño más idílico tiene una cara B. Un abrazo fuerte Luciana.

 

El mar y sus abismales aguas, el desierto y sus arenas movedizas, inmensidades inciertas que te incitan temor y respeto y que te hacen reflexionar mi querida Luciana, y a mí me ha encantado pensar a la luz de tus cálidas y apaciguadoras letras. Miles de besos para ti, querida poetisa, llenas de admiración y de cariño profundos e infinitos.....muááckssssss

 

Alde, muchas gracias por leer y dejar tu huella. Un abrazo.

 

Así es Modest, poeta. Ahora estoy obsesionada con en mar. Gracias por comentar amablemente. Un abrazo.

 

Isabel, querida poeta, que bueno que te han traído paz mis palabras, ya es algo. Gracias por tu agradable comentario. Millones de besos marinos.

 

Creo que todos los lugares dependen de los estados ánimo de aquellos que los habitan.
Te quedó un hermoso poema filosófico.
Fue un gusto leerte esta mañana.
Un abrazo con admiración.

 

Felicidades por su poema. Saludos

 

Cecy, querida poeta, muchas gracias por comentar. Un abrazo.

 

Sebastian, muchas gracias por leer y deja tu amable comentario. Un abrazo.