El momento de hablar claro

EL MOMENTO DE HABLAR CLARO
SE ACERCA LA HORA FINAL
Por José Luis Mendoza
------------------
No había escrito sobre este tema porque me encontraba estupefacto al leer las posiciones, críticas y opiniones de algunos llamados cerebros “esclarecidos” que difamaron, ofendieron y batieron contra el suelo a quienes de una manera u otra estamos a favor del diálogo, de la paz y de la reconciliación entre todos los venezolanos honestos y amantes de la democracia.
Ahora lo hago, porque después será muy tarde según se van desarrollando los acontecimientos alrededor de este sentimiento nacional, porque nadie ignora que el ochenta por ciento de los residentes en Venezuela ansían y piden a gritos la reconciliación, entre los cuales se incluye un gran porcentaje de seguidores del actual régimen y militantes de la mal llamada revolución bolivariana.
No había claridad cómo afrontar este sentimiento, hasta que la Dictadura creyendo tomar la delantera inició una feroz campaña mediática de “amor” y “paz” y pensó que con eso iba a acorralar a los sectores democráticos y progresistas, partiendo de que éstos se iban a negar. Resultó que su propia gente se lo creyó todo y presionó hasta en las calles ¡Pero les salió el tiro por la culata!
En su manipulación hasta crearon una Comisión Nacional de “Paz”, una Comisión de la “Verdad”, una Comisión, otro comando, otra comisión todos constituidas por personeros nombrados por ellos mismos. Nadie les creyó. Todo fue una burla.
Ahí apareció el Vaticano, la UNASUR y la MUD y entonces los radicales quedaron contra la espalda y la pared y no les quedó más alternativa que sentarse a dialogar en la creencia que podían manejarlo con sofismas, con sí y no, que podían conversar, echar chistes negros, hacer gestos y macabras sonrisas irrespetando a los testigos de buena fe que tienen, algunos, milenios de experiencia en sus creencias; y todos experiencia, decencia y sabiduría en el campo de las relaciones, los conflictos y la diplomacia.
La MUD, con su sapiencia política, después de analizar y caracterizar la situación, desafiando todos los peligros y exponiéndolo todo, inclusive hasta el desprecio y su desaparición, se sentó con los pies en el suelo y la frente muy alta y demostró por dónde vienen los disparos y en el primer instante le quitó la máscara al “santo” y el monstruo quedó al descubierto.
Sabía y sabe muy bien la MUD que con Dictadura no hay diálogo positivo, pero había que demostrarlo y tener para ello testigos de excepción, lo cual demostrará al mundo, al desnudo y con credibilidad, la realidad: los asesinatos, torturas, desaparecidos, la crueldad y violación de todos los derechos, fundamentalmente los Derechos Humanos, y toda la criminalidad en general que hoy se comete en Venezuela.
Puede que la Dictadura diga aceptar algunas o todas las exigencias de la civilidad nacional, pero eso será sólo mientras estén en el país los garantes del diálogo, pero una vez que estos se vayan volverá por sus fueros y sus fechorías.
Entonces ya llegará la hora para que todo el sentimiento de lucha nacional se lance a las calles para hacer cumplir lo prometido sabiendo que la comunidad internacional ya no tendrá dudas de nuestra lucha para que se vaya él y los violadores que lo acompañan, vale decir Maduro.