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El mundo sin dinero

Tema en 'Prosa: Sociopolíticos' comenzado por Kwisatz, 27 de Mayo de 2010. Respuestas: 2 | Visitas: 3454

  1. Kwisatz

    Kwisatz Poeta recién llegado

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    27 de Septiembre de 2007
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    EL MUNDO SIN DINERO

    Antes de empezar a desarrollar este nuevo texto, creo conveniente advertir al lector interesado que las ideas aquí expuestas parten de los principios teóricos esbozados al final de mi escrito anterior, El Dilema Bruce Wayne.
    Para quien no haya tenido la ocasión de leerlo, comentar de forma resumida, que en dicho escrito se plantea una crítica al modelo capitalista y su finalidad última, el beneficio, y se proponen diversos principios teóricos sobre las cuales poder construir un nuevo modelo productivo más equitativo.
    La premisa básica de la cual parte el nuevo sistema propuesto consiste en el replanteamiento del papel de las empresas en la sociedad actual. Se trata pues de cambiar el principio fundamental de la empresa capitalista actual que viene a defender que las empresas existen para generar beneficios, por un nuevo principio fundamental que afirmaría que las empresas existen para cubrir las necesidades de la sociedad.
    Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente ahora paso a cuestionar otro concepto básico de la economía capitalista. ¿Es realmente necesario el dinero para construir un modelo económico viable?
    Aparentemente la respuesta sería afirmativa. Desde que se acuñó la primera moneda, el dinero se ha convertido en el instrumento básico de las transacciones comerciales en cualquier sociedad civilizada.
    Haciendo un símil filológico, es como la lengua común de los negocios, el inefable intermediario entre el trabajo y las necesidades a cubrir.
    Una sencilla manera de traducir los rendimientos económicos de los negocios y el esfuerzo del trabajo. El comodín que sirve, siempre que se acumule en la cantidad suficiente, para obtener cualquier bien material o servicio que uno desee.
    Un concepto tan sencillo que asusta.
    Básicamente porque implica que cualquier ser humano que aspire a vivir mejor que el resto sólo tiene que conseguir una cosa, más dinero. Así de simple y demoledor.
    Y por desgracia, no suelen existir reglas para la consecución de ese objetivo, o mejor dicho, las reglas no son iguales para todos. Cualquier ser humano, que por la circunstancia que fuere, consiguiera acumular el suficiente dinero, también conseguiría instaurarse en una posición de poder y perpetuar ad eternum su condición ventajosa.
    Es esta facilidad para acumular privilegios la que inflama la avaricia humana y la que propicia conductas delictivas de todo tipo, logrando incluso a veces, la inmunidad ante la justicia social.
    ¿Hay algún modo de evitar al dinero en el sistema? ¿Acaso estoy proponiendo una moderna sociedad del trueque?
    Estas son preguntas que quizás alguno de ustedes se esten planteando, pero créanme, no es la intención de este autor hacer apología del sistema del trueque tradicional.
    En cualquier caso sí quiero apuntar brevemente una reflexión. El trueque siempre ha estado y estará presente en la economía. Lo único que cambia es si se hace de forma directa (el sistema de trueque primitivo) o de forma indirecta (dinero y todos sus derivados legal contables).
    En todo caso, lo que sí se puede hacer es cambiar el intermediario. El principal problema del dinero es que es producido por diversas fuentes. No procede únicamente del trabajo.
    Yo trabajo para ganar dinero, pero si gano dinero no necesariamente he trabajado.
    Si retomáramos el principio propuesto al principio del texto que dice que la empresa debería existir para cubrir las necesidades de la sociedad, y no buscar el beneficio económico, entonces ¿Para qué el dinero? ¿Por qué arriesgarse a que se adulteren los réditos del trabajo?
    Básicamente, lo que pretendo decir, es que bajo este supuesto, el dinero se torna del todo prescindible, puesto que el trabajo está enfocado a cubrir necesidades y no a generar beneficio económico.
    Esto en realidad no dista mucho de lo que sucede hoy en día, puesto que, para estar inserto en la sociedad actual hay que trabajar. El paro laboral excluye al individuo de participar en el sistema, lo cual lo convierte en un marginado.
    Realmente el fundamento de toda riqueza es el trabajo. ¿Por qué entonces no sustituir el dinero por lo que de ahora en adelante denominaré derechos por trabajo (DPT) y a partir de ahí construir una nueva sociedad fundamentada en el trabajo?
    De este modo, el derecho fundamental de cualquier ser humano deberá ser el acceso al trabajo, el cual garantizará su inserción social.
    El trabajador acumulará DPTs que le permitirán intercambiarlos por aquellos bienes o servicios que precise para cubrir sus necesidades.
    Incluso me atrevería a decir más. El hecho de trabajar, independientemente del eslabón en la cadena productiva al que se pertenezca, debería garantizar al individuo per se los derechos fundamentales que recoge la Constitución de cualquier país civilizado, esto es: derecho a la vivienda, derecho a la educación y la sanidad, derecho a las necesidades básicas de manutención.
    Los DPTs que cada trabajador ganaría por su trabajo, podrían ser intercambiados por bienes o servicios de su elección, y a su vez esa demanda propiciaría el trabajo de otros trabajadores que así obtendrían sus DPTs.
    Este sistema implica la no existencia de bancos ni entidades de crédito. Los DPTs deberán ser personales e intransferibles. Para obtener bienes de “lujo” será necesario acumular más DPTs.
    Como los DPTs son finitos y limitados, el individuo deberá optar forzosamente por una opción, sin que exista la posibilidad de abarcarlas todas a la vez.
    Vendría a ser lo mismo que, poniendo un mal ejemplo, aquel trabajador que duda entre comprar un coche nuevo o contratar un viaje caro. Obviamente sin un crédito bancario, probablemente debería optar por una de las dos opciones.
    De este modo se podría poner coto a la avaricia humana y nos veríamos obligados a replantearnos en todo momento cuáles son nuestras prioridades.
    Llegado este momento resulta evidente que es necesario dar respuesta a este interrogante ¿Deberían todos los trabajos producir los mismos DPTs o deberían existir diferentes retribuciones según categorías profesionales (por responsabilidad, formación, etc..)?
    Sin duda alguna, es una pregunta controvertida que se presta al debate, y es muy posible que muchos de ustedes opinen de forma distinta a la que voy a exponer.
    Pero desde mi punto de vista personal, todos los trabajos deberían tener la misma remuneración en DPTs.
    La elección de un puesto de mayor o menor especialización, o que requiera una mayor preparación, no debe responder a cuestiones económicas.
    En un sistema productivo hace falta trabajadores en todos los niveles para su correcto funcionamiento. No todos podemos ser gestores, ni todos podemos ser operarios.
    El individuo que escoja un trabajo más especializado deberá hacerlo desde la vocación personal, pero nunca desde la ambición materialista.
    Se trata de formar categorías profesionales, no castas sociales. Así pues, dado que la educación es un DPT fundamental al cual cualquier ciudadano tiene derecho, y ello es posible gracias a que hay otros conciudadanos que con su trabajo lo han hecho posible, el individuo se formará de acuerdo a su vocación profesional, y en todo caso el sistema deberá ser siempre flexible a la hora de atender cualquier petición de cambio de puesto que el trabajador plantee, siempre y cuando éste cumpla los requisitos técnicos necesarios para atender sus nuevas funciones adecuadamente.
    Para finalizar esta escueta disertación simplemente querría añadir que soy consciente de la simplicidad de las ideas expuestas, las cuales se prestan a todo tipo de críticas y matizaciones.
    En cualquier caso, mi intención no ha sido otra que fomentar el debate y la reflexión. Si así ha ocurrido me congratulo de ello, si no, le agradezco de todos modos su interés.
    Siempre he sido partidario de que en la sencillez reside la belleza de las ideas.
     
    #1
    Última modificación: 23 de Abril de 2013
  2. dark mind

    dark mind Poeta recién llegado

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    Me parece bastante interesante lo que propone en su texto, no estoy completamente de acuerdo en algunos aspectos. Siempre he pensado que el mundo sin dinero es un mundo sin problemas, claro que yo lo había planteado de una forma un poco diferente. Siempre es bueno conocer otras perspectivas. Gran parte de mis ideales son basados en lo poco que se sobre el comunismo, lo que he leído y no he tenido ninguna instrucción formal en el tema pues solo tengo 14 años, aún así me interesa mucho y me deja mucho que pensar. Ahora yo le dejo otra pregunta: ¿Cómo sería el mundo sin fronteras?
    Tal vez un mundo sin ley, fronteras ni capitalismo sería un mundo perfecto, es un tema que me ha hecho pensar durante un buen rato y porsupuesto me ha hecho elaborar mil utopías.
    Sigo encontrando mentes activas por aquí, y parece que usted es otra de ellas, gracias por compartir su visión del mundo.
    Abrazos.
     
    #2
  3. Kwisatz

    Kwisatz Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Septiembre de 2007
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    Saludos Dark Mind.
    Es natural que tengas otro parecer en algunos aspectos.
    En cualquier caso el texto fue redactado para provocar, y el hecho de que te haya hecho pensar me congratula enormemente.
    Afila tu pluma y descúbrenos nuevas utopías.
    Un abrazo.
     
    #3

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