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El narrador

Tema en 'Poesía realista (sin premios)' comenzado por kalkbadan, 1 de Octubre de 2024. Respuestas: 7 | Visitas: 217

  1. kalkbadan

    kalkbadan Poeta que considera el portal su segunda casa

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    EL NARRADOR

    Cuentan los físicos humanoides
    que existen cien mil millones de galaxias en el cosmos,
    tantas galaxias como humanos han existido
    desde que el homo sapiens cogiera el gusto por los genocidios.

    La explicación de esta bendita «casualidad»
    (y en la que no cae el ser humano)
    es que la tierra
    es la única mota del universo
    habitada por la vida.
    Y nuestra galaxia —La Vía Láctea—
    es una bellísima entelequia,
    una metáfora dinámica y maternal,
    protagonizada por todos los seres que habitan
    nuestro pedrusco celeste.

    De este modo, una vez se nace,
    la metáfora láctica se pone en marcha
    y conforme avanza la vida
    avanza la secuencia del tropo cósmico.

    Y cuando un ser cierra su párpado para siempre
    el narrador galáctico
    proyecta el relato de la vida que se fue
    en forma de una de esas galaxias exteriores.

    Las galaxias exteriores que nos rodean, compañeros,
    no son ni más ni menos que la proyección póstuma
    de una vida que fue mirada
    por un camarógrafo consciente…

    De manera que las golondrinas,
    en el tapiz de su cielo,
    tienen ante sí una colección
    de planetas nido atemporales
    unidos por líneas geodésicas de flujo magnético
    que guían a cometas con forma de pluma
    a cruzar con su alma de brisa
    el océano cósmico.

    La creación de los perros en la esfera astral
    son planetas que radian y alimentan estrellas
    en torno a las que orbita su matérica lealtad
    con el amor de una geometría sin aristas.
    Si hace falta sacrifican su mirada áulica
    por mantener con vida la llama de su astro.
    Y también existen asteroides esteparios
    que se pierden en las inmensidades de la noche
    y que llevan consigo el aullido
    del inicio de los tiempos.

    Y nuestro techo celeste, el los gatos…
    —porque yo soy un gato—;
    quiero decir que el autor de este poema es un gato,
    otra cosa es que lo recite mi humano preferido.
    Digo, que nuestro techo celeste está lleno
    de asteroides de ratón y pompones,
    y anhelados planetas con forma de «caja de Ikea»,
    y cordones de zapato que vibran
    al compás del maullido de las estrellas distantes.
    Somos estrellas curiosas que no soportan
    no saber qué demonios
    se esconde tras las puertas de dios.
    A veces proyectamos llamaradas solares con forma de garra
    rascando el muro atmosférico de nuestras lamentaciones.
    Nuestro espacio gravitatorio es una malla de bigotes,
    y la radiación de fondo es un brrrrrrrru brrru,
    emitido, al parecer, por el michi primordial,
    y que tiene un significado físico claro:
    «dame de comer, cabronazo».

    Golondrinas, perros, caracoles,
    cucarachas, bacterias, orquídeas,
    cada uno con su propio tapiz,
    y su mosaico bordado por la hilaza de sus vidas,
    vidas que terminan en la espiral de una galaxia exterior.
    Y todos puramente conscientes
    de su acto creador. Todos... salvo uno:
    el ser humano.

    ¿Y qué le pasa al ser humano?
    Pues no sé muy bien qué deciros…
    Asteroides bestiales que despedazan a planetas niño
    quedando la matanza reducida
    a las esquirlas de un rencor galáctico que no cesa.
    Estrellas binarias que orbitan con la violencia de los celos
    vampirizándose entre ellas en nombre —dicen— del amor,
    consumiendo la escasa dignidad luminosa que les queda,
    hasta estallar en la ira irreversible y brutal
    de una estrella de neutrones.
    Y cuando la vida pesa tanto,
    la vida pierde todo su sentido de ser…
    Demasiado corazón de hielo para tan poco sol.

    Algunos pocos astros, pero muy poderosos,
    y tremendamente hijos de puta,
    depredan los pastos moleculares
    acopiando todo el alimento celestial,
    para así dejar moribundos al resto de los seres cósmicos,
    expulsándolos para siempre jamás por grotescos retretes
    —similares a las letrinas de tipo agujero—,
    pero a ellos les da igual.

    Hablan de «materia oscura»,
    sin comprender que no es más
    que la perturbadora gravedad del desasosiego
    que sufren tantos y tantos planetas errantes
    que perdieron a sus astros queridos
    y que se han inclinado por hacerse desaparecer
    en la oscuridad de estos tiempos,
    para así poder contemplar las galaxias exteriores
    sin la contaminación lumínica del odio.
    Los planetas errantes, maldita sea, nunca tuvieron
    la más mínima oportunidad.

    Y hablan, también, de la «energía oscura»,
    y de que nos estamos separando trágicamente
    los unos de los otros, pero esto, al parecer,
    no tiene nada que ver
    con la plaga de planetas narcisos
    que han crecido últimamente
    en su jardín azul.

    Y también hablan de que los átomos están vacíos.
    ¡Pues claro que están vacíos! ¡¡No me jodas!!
    ¿Qué esperas que contengan tus piezas, ser humano,
    si solo miras hacia afuera
    y te da espanto preguntarte
    quién cojones eres tú?

    Y hablan y hablan y hablan y hablan,
    ¡blablablabla! Solo les interesa tener
    la órbita más grande del universo,
    mientras presumen de sus barbilindos modelos físicos...
    ¡Pero si eres tú el guionista!,
    ¡si eres tú el asesino en serie!:
    ¿no te das cuenta de que eres
    el puto director de esta grotesca
    película de terror?

    Pero nada de esto
    parece ir con ellos…

    Llegará la noche
    en la que el último SOL se agote para siempre
    como el grito luminoso de una bengala oceánica
    que ya no tiene pupila
    que la pueda salvar.

    Es tan lúgubre, ser humano,
    que pudiendo narrar tu propia historia
    hayas decidido narrar
    tu propia extinción.


    Pero, al parecer, este relato tan triste
    nunca nunca tuvo nada que ver
    contigo.

    ¡Miau!


    Kalkbadan
    Madrid, 1 de octubre de 2024
     
    #1
    Última modificación: 1 de Octubre de 2024
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  2. Alde

    Alde Amante apasionado

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    Un escrito profundo e interesante.
    Una narración elocuente.

    Saludos
     
    #2
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  3. Luciana Rubio

    Luciana Rubio Poeta veterano en el portal

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    Miau, muy bueno, cualquier semejanza con la humanidad debe ser mi paranoia. Un gusto leerte.
     
    #3
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  4. kalkbadan

    kalkbadan Poeta que considera el portal su segunda casa

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    ¡Gracias, Alde, por leer!
     
    #4
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  5. kalkbadan

    kalkbadan Poeta que considera el portal su segunda casa

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    ¡Luciana! Gracias por dejar tu huella en este relato. Demasiado nunca será suficiente para el ser humano. ¡Miau!
     
    #5
  6. libelula

    libelula Moderadora del foro Nuestro espacio. Miembro del Equipo Moderadores

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    Hay poemas tuyos que me dejan pensando y aunque sea un gato, este es uno, exige varias lecturas, aunque el final es ineludible hay que dar un premio a ese gato y escuchar el recitado de su dueño.

    Llegará la noche
    en la que el último SOL se agote para siempre
    como el grito luminoso de una bengala oceánica
    que ya no tiene pupila
    que la pueda salvar.

    Es tan lúgubre, ser humano,
    que pudiendo narrar tu propia historia
    hayas decidido narrar
    tu propia extinción.

    Pero, al parecer, este relato tan triste
    nunca nunca tuvo nada que ver
    contigo.

    ¡Miau!

    ¿Qué te puedo decir, querido Andreas? cualquier cosa que diga sonará a poco...

    Un fuerte y entrañable abrazo Poeta.
    Isabel
     
    #6
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  7. kalkbadan

    kalkbadan Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Gracias, gracias, mi queridísima Isabel... No tenemos remedio, compañera.
    Un abrazo enorme y feliz sábado.
     
    #7
  8. Luis Libra

    Luis Libra Atención: poeta en obras

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    La verdad últimamente ando muy pesimista con esto del universo humano (en realidad solo un poco más que de costumbre ;)); ... y es que parece que en nuestra vieja Europa avanzamos sin remedio (y democráticamente) hacia el cuarto Reich, mientras "los buenos" están tan alelados que parece que hasta "trabajan" para el lado oscuro, y en otras latitudes están (o siguen) aún peor.
    Está claro que no es nada sencillo esto de ser humano, pero es que nuestra estupidez parece ser infinita. Creo que yo también soy algo (o muy) gato, sin duda y en parte debido a convivir con un par de adorables mininas, cada día más... :)
    Querido Andreas, has escrito una estupenda fábula poética en clave realista y metafórica (y también espacial :rolleyes:) desbordante de imaginación y significado; un poema muy entretenido e ingenioso que invita a reflexionar (o a echarse a llorar :eek:) sobre nuestra entrañable e increíblemente contradictoria especie. Mis felicitaciones y un fuerte abrazo amigo.
     
    #8
    Última modificación: 5 de Octubre de 2024 a las 11:29 AM
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