El niño.

Su nombre desconozco debo confesar, mas su historia es algo muy especial, no es la historia de un niño huérfano mas, es la historia de un niño que murió pensando en ser como los demás.

Nadie supo nunca donde nació, sobrevivió desde pequeño cuando encontrado en una plaza todo el pueblo su llanto lo escuchó, así mismo el hijo del pueblo fue siempre durante su niñes, creció adaptandose a lo que los demás podrían ofrecer.

Así su destino acepto, desde pequeño valiente fue sin tener temor, no conoció el odio se sentía protegido en una burbuja de amor, en la escuela aprendió a leer y escribir, en matemáticas un genio fue, aprendiendo todo lo que aquel pueblo pudiera ofrecer.

A sus doce años vivía en calle todavía mas en cambio toda la gente lo conocía, era sociable con todo el mundo hablaba, cabe mencionar cual amable pues a todos el ayudaba, esforzándose todos los días, amante de la noche siempre escribía poesía.

Así aprendió desde pequeño a darlo todo por la gente que le había salvado la vida, pero conforme fue creciendo se sentía cada día mas extraño, se adentraba en el bosque donde nunca nadie mas lo podría hallar, sentado al pie de un árbol hablaba al viento expresando su mas profundo sentimiento, un muchacho solo y triste envidiando la vida de los demás.

Mirando al cielo todo cuestionó, en su interior sentía que le faltaba amor, alguna historia, un momento mágico y especial, un hogar, una madre y un papá, hermanos para poder jugar, era ese vacío en su alma que jamas supo llenar.

Así aquel niño a los quince llego, se enamoró, correspondido no fue su amor, eso lo transformó, calló en una obsesión, del aquel lugar cada vez mas se aparto.

Conoció nuevos lugares durante un año viajó hasta que aquel pueblo aquel niño regresó, cambiado estaba, no era el mismo que todos recordaran, en su mirada algo raro se notaba, pues a quitar la vida de los que el amor verdadero le quitaron el dispuesto estaba.

Aquel niño a mucha gente mató, tanta sangre ver no pudo soportar, así que a la plaza regresó y recordó que la gente del pueblo por el siempre vio, así en un instante su vida frente a sus ojos paso, pues cuando reaccionó el mismo se había quitado la vida con aquel cañón al que tanta gente mató.

Así termina la historia de un niño, que tras haber tenido la felicidad y la dicha, no se fijó en lo que tenía, murió preso encerrado en una mentira, por estereotipos que el mismo se imaginaba y en su corazón como hiedra crecían, por no poder mirarse desde adentro queriéndose a el primero, y por una sociedad que con mentiras y fantasías su tumba desde que llegó fue cavando cada día.