El número del dealer

Mi número de movil es muy parecido al de un dealer
que debe trabajar muy bien, conocer la importancia
capital de su función social, tomárselo muy en serio.

Todos los fines de semana mi teléfono canta
desde las veintidos hasta que rompe el amanecer.
No me molesta nada, entiendo al señor Miranda cuando
llama con educación, al Semillas, que quiere cambiar
de droga, a miss Pamela deseando en su noche un vuelo,
a Cristina, la camarera del bar, a la Mari la del super, al abuelo,
que, hartos ya, pretenden algún renacer.

Sólo quisiera saber qué número han equivocado, cuál es
el dígito maldito que me separa de la piedra filosofal
que marca un hito al peregrino que no descansa
en ninguna estación obligatoria, de qué se compone
la receta oculta del deseado aguamiel.
Aún no se fían de mi, pero lo conseguiré.

 

Te digo: el número equivocado es el 24587 fraccion primera, seria octava, agraciado con 6 millones de euros, lo de la receta sólo unos pocos sabemos de ella , pero si te acercas un poquito más te la diré muy suave en tu oido..ssssssssssss
Besos artista

 

La receta de ese rico aguamiel la tienes tu, nadie más puede tenerla, lo que pasa es que no eres consciente de ello, o no quieres serlo, pues si no lai nsistencia de la gente resultaría aun mas agobiante.

Yo adoptaré la postura de los habitantes de la aldea de Asterix. Asumiré que solo podré probar la mágica pócima cuando la bella druída crea conveniente, y rezaré a mi Diablo para que esto ocurra con frecuencia. No se si me dará fuerzas, pero estoy seguro de que su delicioso sabor inundará cada rincón de mis vísceras supervivientes y las dejará ansiosas de otra ración hasta la siguiente batalla con las centurias romanas.

¡ Amor.....si no lo percibes, de nada servirá que te lo diga....amor, te quiero !

 

Excelente
Un fuerte abrazo

 

Esa bendita receta, amiga susi, está dentro de ti, está en el interior de todos nosotros. La mente humana es tan poderosa que guarda en su interior el cielo y el infierno. Por desgracia mi mente tan solo es aficionada a lo segundo, pero todo se andará. Besos y abrazos, mi querida poetisa.

 

Si es que están locos, estos romanos. Resiste, tano, que pasaré por tu aldea jajaja. Te quiero, cosa linda.

 

Gracias, libe, hacía tiempo que no nos veíamos, ¿eh? un besote.

 

Eso es cierto, dulci, tienes toda la razón... pero existen atajos para llegar al cielo...¿o no? Y en el infierno no se está tan mal, por lo menos en invierno jejeje. Besos, amigo.