El olvido no se olvida.

El contemporáneo
del día de hoy
la latente tortuosidad
de mi pensar,
entreteniéndome
con mi fastuoso pasado
y recobrando retazos
de mi corazón.




Caminando por
el páramo acompañado
de quien siempre
estuvo ahí
esperando mi caída
inminente
auxiliando mi pesar.




Estoy libre,
de lo que siempre
estuve libre,
su memoria cae
y la mía se oscurece
si no es más
que una simple
realidad de ideas
cuales son vacías.




Sé por donde volver
y por donde empezar
pero el camino a éste
es agotador
pero vale la alegría
con rejas de dolor
y ventanas claras
asomando el querer.


Puedes cambiar
la visión
pero no olvidar,
el apego será
muy distinto
pero el olvido
no sé olvida.


No digan
que no sufra
ni menos
que no lo vuelva
a hacer
el masoquismo
del presente
es mejor vivirlo
que pensarlo.

Carta Blanca

 

Efectivamente el olvido no se olvida, aunque a veces nos hacemos los tontos y tratamos de callarlo. Un gusto leerte.

 

Gracias Robsalz, un placer y un Abrazo.

 

Y si, aveces intentamos olvidar pero eso nos hace recordar más y es mejor dejarlo y ser porque el querer se apagará o quizá ya no sea el mismo de ayer.