El origen del mal

Por doquier se dispersa, invade
deja tras de sí un flébil panorama
... ruinas y desolación.

La tierra se tiñe con sangre
y el clamor se desdibuja
en los cimientos de las almas.

Frente al silencio palco,
los héroes impávidos
saborean la amarga victoria.

El pueblo sumido en la desesperanza
hurga entre los escombros...
el olor pustrecino se siente en el aire.

De las cruentas batallas,
en la psiquis perdura el trauma
y los que tienen el poder
al estar en la gloria, se ufanan

 

Gracias por comentar

Un abrazo

 

Parece que en el transcurso de la vida
experimentamos o somos testigos de algún tipo de violencia,
pero de guerra, no lo sé y ojala que nunca lo viva, pero puedo imaginar
la sensación de querer mantenerse con vida entre el sonido de las bombas….

Gracias por compartir.

Fidel Guerra.

 

Si, tenemos esa dicha de no pasar por esa terrible tragedia.
Pensé en esos países que lo están viviendo. Gracias por comentar

Me alegra te gustó.

Un abrazo Pedro.