El oso o hiperoso.

Su instrumento, cuesta diez pesos
mi altura es el color, su misa hace un eco
mas, eso de su polen dentro y fuera del jardin
puede pesar de veinte segundos a su fin.

Hay mas trajes en un cartel sin compensar
un improvisto, por acabar y acabado
sin someter a frenar, con sus blancas texturas
a comprender que es basura.

Es el dedo numero dos, con o sin peineta
relativo al antes sin rumor de partida,
en la clase de ayer un aleman decía y
en la puerta sin ver ese dolor dormía.

 

Bueno, confieso que su complejidad me sedujo. Abrazos Newton.