El Otoño.

Mansamente caen las hojas muertas
que dejan desnuda la enramada
de mi corazón, mensajeras yertas
y calladas de la otoñal llegada.​

Venturosa estación, que fiel despiertas
recuerdos del aroma de mi amada,
un suave olor a violetas, con que aciertas
a evocarla en la tarde perfumada.​

Manzanas de un árbol desprendidas,
para que sus manos albas, delicadas,
alcen del suelo hasta sus labios rojos.​

Olorosas frutas al fin rendidas,
por la sazón en tierras maduradas,
recompensa otoñal entre matojos.​