El pájaro

El pájaro

Fronda o pasión de pájaro en ventana
que invita al corazón hacia su nido.
Hoja y hoja, latido con latido,
república estornina en la mañana.

Un niño sin su sombra, y cerbatana
entre los labios, mira entretenido.
Y un pecho con plumón enternecido
asoma entre las ramas cual diana.

Chorro de plata, mirlo acalambrado,
bandazo por verdores del follaje:
un dardo haciendo blanco calculado.

El ave se desangra entre el ramaje
mientras sonríe el niño acostumbrado
con sencillo misterio en su visaje.

 

Me ha gustado mucho este soneto con toda tu peculiar música. Especialmente la graduación de la tensión en el segundo cuarteto mientras el niño apunta. Enhorabuena.

 

Se agradece tu comentario. Saludos.

 

A mí me ha gustado lo bien conseguida que esta la imagen del suceso, una infancia de otros tiempos.
Saludos.

 

Me alegro, gracias. Saludos.

 

Hay niños "encantadores", en el pueblo que vivía la caza de gatos era "deporte nacional", y cuando eran un poco más mayores les daba por romper el cuello a las vaquillas en las fiestas, eso sí, hay que reconocer que ese pueblo era un tanto "especial". Buen poema. Saludos.

 

Yo los gatos me los comía en la guerra.

 

¿en la de Vietnam?