el paraíso de los sicarios (III)

en la época de nuestros antepasados, los aztecas
existía la festiva costumbre de celebrar
rituales diarios en honor del dios huitzilopoztli, dios del sol y de la guerra
-no confundir con huitzi araña, personaje
de la célebre canción infantil del mismo nombre-
pasando por la piedra de los sacrificios, a la hora en que el sol se ponía en el horizonte
a 60 personas entre hombres mujeres y niños
a quienes uno por uno se les aplicaba
-conforme les fuera llegando su turno en la fila-
el protocolo sacrificial estándard consistente
en abrirle el pecho a la víctima en cuestión y extraerle el corazón todavía palpitante
que el sumo sacerdote elevaba luego, entre sus manos chorreando sangre
hacia lo alto en señal de ofrenda y agradecimiento por los favores recibidos
a su máxima deidad y protector supremo

esta mañana, en cuatro puntos distintos
de la plaza del pueblo, aparecieron
los pedazos desmembrados del cuerpo
de una joven mujer secuestrada la semana pasada
en la localidad de los coyotes, como a 20 kilómetros de guajolotlán
y por soltar a la cual se llegó a saber
que los sicarios pedían un rescate de 15 mil pesos
que la infeliz familia no alcanzó a reunir a tiempo
(sólo habían juntado 3 mil pesos)

el presidente municipal de guajolotlán
licenciado en hacerse pendejo, radomir cuitlahuac,
ha dicho que los efectivos de la fuerza de seguridad pública a su cargo
en coadyuvancia con 500 elementos del ejército nacional
removerán cielo y tierra para encontrar
y detener a los responsables de la creciente ola
de violaciones, secuestros y asesinatos
que en el último año ha venido padeciendo la región:
"no descansaremos hasta dar con ellos
apresarlos, llevarlos a juicio y desmantelar
la organización criminal que constituyen"

el hijo de radomir cuitlahuac
un pendejete de apenas 18 años con cara de bagre
-que no terminó la prepa porque su c.i. es el de un subnormal
y que hasta el año pasado, antes de que su padre fuese electo alcalde
trabajaba ordeñando las vacas en la pequeña granja de uno de sus parientes-
se pasea desde hace unos días por las calles de guajolotlán
al volante de un convertible rojo range rover descapotable del año
con llantas super anchas pirelli montadas en rines cromados de magnesio
-las putas llantas deben costar alrededor de 20 mil pesos cada una-
de modelo idéntico al de otros dos range rover que conducen
un par de sicarios de la narco-banda que hace algunas semanas
llegó a ocupar la casona al final de la calle donde vivo;
en el asiento del copiloto del range rover del hijo de radomir
viaja por lo regular una mulata cubana como de 19 tacos
que por las noches putea en el congal remodelado de guajolotlán
donde te cobra -yo se lo pregunté-
1500 pesos por hacerte una mamada de 10 minutos
(y eso cuando le caes bien y si está de buenas)

un olor medio raro se mete a veces
por el ventanuco de mi cuarto; lo trae el viento
que sopla en rachitas por la noche, recorriendo las calles desiertas
del pueblo sumido en un plomizo silencio sepulcral
-silencio que a veces rompe un grito, una descarga de cuerno de chivo
un carro que acelera o las notas de una cumbia
de aniceto molina procedentes
de la rocola del "conejitas bum bum", el congal de las afueras-
un puto olor como el que uno percibe
cuando abre el refri y algún alimento en el interior
ha empezado a descomponerse y hay que tirarlo

¿se comían los aztecas el corazón crudo de sus víctimas?
¿lo disecaban y se lo colgaban luego como adorno
entre las pieles de sus trajes guerreros?
¿lo arrojaban a los cerdos como alimento?

¿somos los actuales habitantes de méxico
depositarios de los genes sanguinarios de aquellos indígenas?
¿la sangre que circula por nuestras venas
lleva en sus plaquetas el código del asesinato y la psicopatía?


¿y tú, no has llegado a fantasear, querido lector, alguna noche de insomnio
con que le sacas el corazón a tu vecino (ese hijo de puta que acostumbra
oír su puto disco favorito de riki martin a todo volumen a todas horas)
y lo pones en una tortilla con cebollita picada, chile verde y cilantro
y te lo zampas entero de un solo bocado?

.

 

Infortunadamente maestro la.violencia lo ha alcanzado y con tristeza le puedo que escribirá ud más sobre lo que ocurre en sus terruños hasta acostumbrarse a la injusticia, el odio y la impunidad que el narco provoca, es un maldito cuento de nunca acabar ni avanzar :'(
Fuerza

 

Lo dicho: genial.

 

Aiii Don Villa,
ni que decir,
usted ya lo ha dicho,
asi estamos en el país