El periódico, y el lector.

Después de tanto luchar,
para hacerme un hueco como trovador,
debo admitir que la violencia no ha lugar,
porque no respiro tanto honor como pensé, ni soy el mejor, aquí.


La conciencia me hace crecer y expandirme, como una pelota de los fuegos artificiales.


Formada por múltiples gotas de tonalidades y de color.
Soy un caleidoscopio de simetrías y un telescopio de constelaciones de estrellas.
Soy ese gran golpe que te das, en la cabeza, sin querer.
Esa patada en las espinillas. Ese llavero, en la puerta del coche: En la guantera.





Ese bote de pepinillos picantes. Ese puerto marítimo. Esas barcas que bailan. Esos pescadores inmóviles.


Soy tu pelo de punta, electrizado.
Soy el calambre que te dan, sin querer, por electricidad estática, jugando al baloncesto.
Soy esa bomba fétida en el autobús, que apesta.
Soy culpable. Pero me amas, después de todo.


Porque también te traigo noticias frescas.

 

Me encanta la manera muy particular que tiene de usar las metáforas para que usando contraposiciones llegar al cierre del poema de una exquisita y magistral forma. ¡Bello poema! Un placer disfrutar de su magnífica poesía, Nommo, reciba la más cordial felicitación y saludo.

 

Gracias, pero no era mi intención. Escribo y escribo, y al final descubro qué es lo que quiero transmitir. Y le pongo título, sólo entonces.

 

Me ha gustado, tu personal estilo hace de las suyas, por momentos transgesor y otras algo tierno. Abrazote vuela amigo Nommo. Paco.