El perro

El perro

Cuidado con el perro porque ataca,
con turmas lo alimento, y tiene hambre;
este bicho mastica el grueso alambre
de espino con que cerco mi barraca.

Sin término es el odio que machaca
sus ganas de morder, hasta el calambre;
no lo provoques más, o eres fiambre
si te empeñas en darle la matraca.

Dogo guardián que muerde de su dueño
la mano ensangrentada, y nunca pudo
ser otro can normal, desde pequeño.

Yo lo conozco y sé cómo su crudo
impulso por el mal se ha vuelto un sueño:
sueño vil de un dolor morrocotudo.

 

Buen soneto, estimado Lírico; en cuanto al tema te diré que esos perros se vuelven indeseables; por ejemplo, acá en estos lares, han habido casos de razas con predisposición agresiva que han mordido niños y ancianos y por lo general terminan sacrificados, no vaya a ser que a tu perro le pase lo mismo, por ese retrato tan desagradable que haces de él. Un abrazo

Andi

 

Andi, me has metido un poco de miedo en el cuerpo.

Intento tener al perro siempre amarrado y, mientras no se escape de mi cabeza, todo va bien.

Saludos

Carlos

 

Carlos,
en la basta granja humana,
los perros se encontrarán
y lobos que morderán
hasta a su propia hermana,
"El hombre puede ser un lobo para otro lobo
y para otro hombre"

 

Cheros,

Ni te imaginas la cantidad de lobos que me he encontrado. Aquello parecía Caperucita Roja 2.0

Saludos

 

Domar al animal nos cuesta. Incluso hay días que de la correa se suelta. Antentos debemos estar, y con alimento de conciencia, lo debemos alimentar. Un gusto leerte. Un abrazo.