El peso de las palabras.

Hay que medir las palabras..
porque, una vez dichas..
no adelgazan, engordan,
no se puede decir te amo..
cuando, lo querías decir..
era, te quiero..
y si dices te odio..
lo grava el cerebro..
después, no podrás borrarlo.
Cada centímetro..
puede ser un sentimiento,
que sin salir de tu corazón..
puede escapársele a tu boca..
y llegar a otro corazón..
y, a otros oídos..
que deseándolo escuchar,
posiblemente, se equivoca.
Utiliza todas las medidas..
el peso de la palabra..
tiene su honra,
ponle el tono adecuado..
y fácil, se te entenderá..
si está, enfrente a tu espalda..
o a tu lado..
pocas explicaciones..
mas, necesitará.
Y si las acompañas de una mirada..
será como un telegrama..
que sin utilizar palabras..
muchas cosas dirá.
En todo caso,
añádele una sonrisa,
será, esa suave brisa..
que a cualquier rostro
acariciará.
Por que cuando salen de tu boca..
ya, no hay forma..
de hacerlas regresar.

Téura
​

 

Tanto como medirlas, no sé, como que eso cuesta. Que exista una concordancia entre lo dicho y lo que verdaderamente se siente me parece menos difícil...y más práctico y directo.Saludos cordiales para ti Téura.

 

Es preciso ser austeros, entonces.
Me alegro por tu seguridad.
Y esa apasionante discreción.