1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El planeta oscuro

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por posman, 13 de Enero de 2023. Respuestas: 0 | Visitas: 198

  1. posman

    posman Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    4 de Diciembre de 2022
    Mensajes:
    14
    Me gusta recibidos:
    14
    Género:
    Hombre
    - Cuentan las crónicas intergalácticas que, en el otro lado de la Galaxia, existía no hace mucho tiempo un planeta que al estar tan alejado de su Estrella, la luz de ésta apenas llegaba. Los días eran cortos, muy cortos; por el contrario las noches eran largas, frías y.., oscuras.

    - El Planeta Oscuro -

    Los pocos habitantes de ese gélido mundo, vivían refugiados en grandes y espaciosas grutas resguardadas del intenso frío del exterior. Los científicos e ingenieros habían logrado acondicionar estas oquedades para construir viviendas, fábricas e invernaderos. Como energía para "alimentar" las máquinas, la iluminación y la calefacción disponían de unos extraños cristales luminosos que se encontraban en ciertos lugares de la superficie planetaria. Pero éstos eran inestables y agotaban su energía a las pocas horas de su uso, teniendo que volver todas las mañanas a situarlos en esos lugares para que volvieran a recargarse. Los científicos no habían logrado invertir este proceso por lo que al oscurecer salían a la superficie en busca de nuevo de esos cristales luminosos.
    Para poder amenizar aquellas largas noches habían construido una gran sala comunal en donde se reunían; en ella se hablaba y se debatía sobre cualquier tema. Uno de estos temas y que más discusiones generaba era sobre la posibilidad de que en otros lejanos mundos de la galaxia estuvieran habitados con el suficiente grado tecnológico que les permitiera viajar por el espacio exterior. Unos decían que esto sería posible y otros, en cambio opinaban lo contrario. Por su parte, los científicos, eran escépticos ante tal posibilidad pues suponían que si ellos se encontraban en estas condiciones de habitabilidad tan extremas, en otros mundos estarían en las mismas condiciones que ellos. El debate continuaba hasta que estos cristales se agotaban y, entonces, todos regresaban a sus viviendas.
    Un atardecer que se encontraban recogiendo estos cristales, se fijaron en el firmamento cómo una estrella se movía y poco a poco se fue acercando.., era una nave espacial que, apenas sin hacer ruido se posó junto a ellos; se abrió una compuerta y de su interior salió un ser humano muy parecido a ellos que, gracias a un traductor les habló y les dijo:
    -Caramba, y yo que pensaba que este Planeta no estaba habitado. Me llamo Antonio y soy de un Planeta llamado "La Tierra"; situado al otro lado de la Galaxia en el sector denominado "brazo de Orión"
    Aquellas gentes escuchaban en silencio y con mucha atención las palabras de aquél viajero de las estrellas.
    - Tengo que revisar la computadora de la nave.., se me ha "colgado", he perdido el rumbo y he acabado en vuestro mundo...
    Ellos se ofrecieron para ayudarle en todo lo que necesitara; parece ser que este viajero era un comerciante estelar, su nave estaba repleta de todo tipo de mercancías y, al mismo tiempo, ellos le contaron el problema que tenían con los cristales.
    - En mi Planeta - les dijo - utilizamos la electricidad, pero de vez en cuando se produce un "apagón" y entonces utilizamos un sistema de iluminación que usaban nuestros antepasados.
    Y de una caja sacó una vela y la encendió. Aquellas gentes quedaron asombradas al ver aquél objeto que al mismo tiempo que ardía, iluminaba todo a su alrededor.
    - Tengo aquí una caja; os la voy a dar como muestra de agradecimiento; así como las instrucciones de cómo fabricarlas.., y no os olvidéis de las cerillas que sirven para encenderlas y sus pertinentes instrucciones para fabricarlas.
    Después de despedirse, se metió en el interior de la nave y.., partió de nuevo rumbo a las estrellas. Los habitantes de aquél Planeta estaban encantados pues, en un momento habían resuelto dos problemas; por un lado era cierto que había otros mundos en donde sus habitantes podían viajar por el espacio exterior y, sobre todo, ahora disponían de otro sistema de iluminación que les permitía no depender de esos cristales para la iluminación. Enseguida se organizaron; gracias a las instrucciones aprendieron a fabricar velas de todos los tamaños y colores. Esto les permitía mantener la iluminación en aquella sala toda la noche y, además decidieron que una vela permanecería todo el tiempo encendida en el centro de esa estancia en honor y recuerdo de ese viajero de las estrellas.
    Pasaron los años, las centurias y los siglos y, aquél recuerdo de ese viajero se transformó en una especie de culto en donde todas las noches se veneraba a un Dios llamado "Antón" que, un día descendió del cielo y les proveyó de la "Sagrada Llama" para que la cuidaran y la adoraran pues los Dioses en el Cielo están muy ocupados. Toda una serie de rituales que en aquellas largas noches se oficiaban bajo la atenta mirada del Maestre de la Orden de "Los Guardianes de la Llama"; el cual imponía toda una serie de normas para evitar que alguien pasara junto a la vela colocada en un pequeño altar, con el fin de evitar que esta se fuera apagar.., y sobre todo les rogaba que nadie estornudara delante de la llama. También había dispuesto a un guardián que situado junto a la vela, se ocupara de cualquier problema que ésta pudiera tener y de cambiarla cuando estuviera a punto de agotarse. Eso si, éste tenía puesta una máscara que le cubría toda la cara - sólo se le veían los ojos - para evitar que un repentino estornudo apagara la vela...
    Pero una noche sucedió lo que más temía:

    ¡¡Aaaachiiiiiiiiisssss!! ¿¿??

    De pronto, la sala se quedó a oscuras.., un gran silencio lo inundaba todo; hasta que alguien acertó a decir...
    -Pero, ¿ quién ha sido el c*****? (Palabrota). En esto que alguien entró en la sala con uno de esos cristales luminosos y.., allí en el centro la vela estaba apagada mientras que el guardián no se movía como si fuera una estatua.., indicando de esa manera que él no había sido. Entonces todos se quedaron mirando al Maestre que al ver que perdía el control les dijo:
    -Calmaos hermanos; el Dios Antón ha previsto esta eventualidad, pues tenemos las "Sagradas Cerillas" que nos devolverán la Sagrada Llama - y sacándolas de una urna que era como un relicario, se dispuso a usarlas para encender de nuevo la vela. Pero el tiempo transcurrido y la humedad las habían estropeado y no logró encender ninguna cerilla...
    Los habitantes de aquél Planeta, aprendieron a fabricar velas pero.., se olvidaron de fabricar cerillas y, lo que era peor, las instrucciones para su fabricación se habían perdido...
    Todos los días, al anochecer los habitantes de aquél mundo salían en busca de esos cristales luminosos y, de vez en cuando, miraban al firmamento para comprobar si alguna Estrella se movía...
     
    #1
    Última modificación: 14 de Enero de 2023

Comparte esta página