el poema que no he escrito

Y los versos del poema
que mejor escribiera
aun no son sombra
de mi reflexión siquiera.

No son tiempo , ni acción
todavía se gesta en el aire
la casualidad que de resurgir pudiera
su aroma. Y Despierta
con su manecilla de instante
y mágica verdad ,las palabras
y los silencios ensamblados
que los susurros quieran.

Y mi voz será muda,
y su afán por callar feroz,
porque el rugir de las olas no habla
tan solo muerde y engaña.

Y escuece la poesía que calla,
porque la sal la acompaña.

Y el sol no dirá nada
siendo juez del arte
que del mar gritase.
Escucha y se mece
en su nube de almohada.

Y que tiemble la tierra
si insiste la ola en llevarse
la vida y la orilla en tan frágil instante.

La sal empapando y perdura
en el tiempo el resquemor
que el viento en su huida quemase.

Es bien sabido
una tormenta un descanso,
reflexión de la primera parte.