El por qué de mi.

La rueca de los hilos de tu vida,
serena luz de primavera leve,
gritos de celo en noche dolorida.
¡Así soy yo, la amante inerte!

A tu brazo cansado, refugio,
Brújula de tus extravíos,
lúgubre intento de artilugio,
dichas en mares bravíos.

¿Qué del por qué de mi?
No lo sé, cansada de pensar
voy recolectando flor alelí,
sin amores ajenos colapsar.

Ensueños de color bermellón
solo de cascadas gran caída,
veneno de serpientes a millón.
¡La rueca de los hilos de tu vida!...©

Nota de la escritora: Poema espejo, empieza y termina con el mismo verso.