El premio es el amor

Sonríeme un instante y deja distante
los motivos sin fuerzas que
te bloqueaban cada mañana,
en el rutinario amanecer que no deseabas.

Amar al prójimo siempre tiene premio,
aunque en algunas ocasiones al romper
otro tipo de sorpresas más difíciles,
regresamos al pasado con el premio ya pagado.

La sorpresa forma parte del azar, cuando
nos atrevemos a lanzar la misma valentía
que no nos hace retroceder más
con finalidad; llegar al corazón para amar.

© Roberto Zarco.
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