El príncipe azul

Callada, triste y llorando,
cortó una flor la princesa;
sus pétalos deshojando
al lago los fue arrojando
con una lágrima presa.

¿En quién pensaba la hermosa
al deshojar tiernas flores,
mientras en su cutis rosa
una senda lacrimosa
brillante fulgía?...¡No llores!...
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¿Dónde el príncipe encantado
detenido ha su corcel?
¿Porqué no llega a su lado,
rubio, apuesto, enamorado,
a pedirla irse con él?

Y sospechando que goza
la pasión de otros amores
se muerde el labio, celosa,
al pensar en la dichosa
dueña de su amor...¡No llores!...
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El príncipe que soñaste
no existe, es una ilusión;
es mentira cuanto amaste
pues son en sueños contraste
de lo que realmente son.

Ni son de hermosa presencia,
ni viven libando flores,
ni es tan limpia su conciencia,
ni saben de toda ciencia,
ni son eternos...¡No llores!...
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Ya no luchan con dragones
pulsando su invicta espada,
ni ofrecen dulces pasiones,
ni cantan bellas canciones
para hechizar a su amada.

Ni tienen hada madrina
que los haga ser mejores,
ni en toda guerra asesina
ellos son de miles ruina,
ni siempre ganan...¡No llores!...
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Ya no rompen corazones
con su lánguido mirar,
ni el color de sus pendones
hace temblar las naciones
al mirarlos avanzar.

Lo que has buscado, no existe,
y tus deseos soñadores
te hacen creer que lo viste;
pero mira, no estés triste
pues yo te quiero...¡No llores!...