El psicomonitor

Soy monitor de excursiones, guio a grupos de turistas,
les miento y en vez de al rio los dirijo a la autopista.

Los meto entre las ortigas, los abandono en las cuevas
y regreso a la semana por si alguno vivo queda.

Hago que corran descalzos aunque sé que se hacen daño
y a la hora del almuerzo con las setas les engaño.

Yo doy caña de la buena aunque a muchos he perdido
pero es que soy un cachondo y el bosque es muy aburrido.

Me ha llamado el director, alguien ha dado una queja,
no será porque se aburre pues adrenalina dejan.

Si sabré yo quien ha sido, el gordito cuarentón,
me estaría vigilando cuando solté la pitón.

Si no le atacó siquiera, pero bueno arrieros somos,
el domingo hay senderismo y se ha apuntado el maromo.

He anulado las reservas, vamos a ser sólo cuatro,
el Rabias, yo y su colega y por supuesto el chivato.

Sólo vernos lo confiesa, tiene miedo a las serpientes,
pues yo lo perdonaría pero este duo está impaciente.

Cómo se ha pasado el Rabias, que experiencia tan brutal
es ver a una cascabel practicando sexo anal.