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El Pueblo del Sueño

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por miara, 25 de Septiembre de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 813

  1. miara

    miara Poeta asiduo al portal

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    En un tiempo demasiado lejano cuando el hombre no sabía de razas, ni tríbus, y formaba un solo grupo más o menos homogéneo, compartía la tierra con un grupo de seres, el "Pueblo del Sueño". Estos seres eran de formas, tamaños diferentes; extraños e inusuales para los humanos. Los había etéreos, que en el aire se deslizaban susurrando a los pájaros y las nubes. Los había cristalinos, transparentes como fantasmas, que se movían con ruido semejante al de pequeñas campanas; los había líquidos en cuyas manos los peces se refugiaban y saltaban de gozo cuando éstos les acariciaban con sus dedos de agua. Los había rocosos, que permanecían inmóviles, sin alterarse por movimiento o ruido alguno, durante días y días. Los había oscuros, en los que sólo se distinguían dos luces brillantes, se suponía que eran sus ojos, en todo su contorno siniestro. En fin, eran muy variados y singulares ... y aterrorizaban a los hombres. Eran libres, no se regían por normas, ni les dominaban las pasiones; las posesiones no les importaban; eran fieles a sí mismos; la libertad, era su religión, si tal nombre puede dársele, para aquéllos que no necesitaban de nadie que les cuidara, que les vigilara, que les prometiera otra vida que la que ellos mismos se regalaban.

    Los humanos se reunieron en un cónclave y expresaron su temor por el "pueblo del sueño". Debían acabar con ellos; no eran un buen ejemplo. Ese poder que reunían..., esa forma de actuar, no era la forma lógica de ver el mundo. Eran un peligro. Un niño que estaba allí comentó un hecho extraño que observó hacía un mes. Estaba en el bosque jugando, cuando se desató una tormenta. El cielo se llenó de rayos y relámpagos. Un rayo cayó sobre un anciano y enorme árbol, empezando a arder; al lado de éste se encontraba uno de los del "Pueblo del Sueño", que poseía cabeza de ciervo, cola de serpiente y cuerpo de caballo. Dio un gran relincho, lleno de terror, al ver el fuego tan cerca, y empezó a encojerse, hasta casi desaparacer, convertido en un charco de agua. Cuando las nubes descargaron un buen chaparrón y apagaron el fuego, muy lentamente (transcurrieron horas), volvió a su forma natural. Al oír este relato, tomaron una decisión; prepararían una trampa, reunirían con una artimaña a toda la gente del Sueño, y se desharían de ellos a través del fuego.

    Los humanos invitaron a una gran fiesta, en un recinto bellamente engalanado, a todos los seres del Sueño, con el objeto de sellar su unión como habitantes de la tierra, como vecinos y amigos. Los del Pueblo del Sueño aceptaron con agrado, sin desconfianza, ni suspicacias, y fueron entrando de uno en uno en la gran sala circular. Cuando el último de ellos entró, los humanos atrancaron las puertas y los encerraron allí; por unas aberturas que había por toda la sala empezaron a arrojar antorchas y teas ardiendo. El Pueblo del Sueño, como si fueran una única criatura, lanzaron un grito sobrecogedor al verse rodeados por las llamas y empezaron a enconjerse, licuándose hasta que en la estancia sólo quedó un charco de aguas azules brillantes.

    Cuando vieron que no correrían peligro, los hombres entraron y observaron. "¿Qué hacemos ahora?. No podemos permitir que vuelvan a su forma. Se vengarían de forma terrible". Una anciana, dijo: "¡Bébamoslos! . Cada uno de nosotros, tomemos un sorbo hasta que el charco desaparezca". Así, lo hicieron. Pero cuando la noche llegó, todos los habitantes de la tierra, tuvieron una misma experiencia que hasta entonces no conocían. Se vieron inmersos en mundos, en circunstancias anómalas, carentes de sentido, rodeados de cosas extrañas y difíciles de describir. Ahí fue cuando los hombres empezaron a soñar. Pues aunque habían acabado con las criaturas que tanto temían, éstas crearon su reino en el interior de sus carceleros, llevándolos a su mundo en cuanto sus ojos se cerraran, en cuanto perdieran el control.

    Pero a veces, alguien del primitivo "Pueblo del Sueño" logra escapar del interior de su huésped. Entonces, empiezan a ocurrir cosas extrañas en determinadas ciudades, en pueblos. La gente desaparece, y no saben explicar a dónde han ido y cómo su pista ha desaparecido. Quizás "el Pueblo del Sueño" haya aprendido algo de la humanidad, quizás sea su venganza después de tantos siglos de cautiverio.
     
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