El que elige caminar poco ha de mirar al cielo

Presupuestos inútiles,
bienvenido a la huella, bienvenido.
“Vamos”,
primera y última palabra de aliento.

Pensar,
imaginar,
creer,
hacer un bosquejo,
todo al tacho de la basura.

Dificultad incalculable,
ni todo el odio,
ni todo el amor te ayudarán;
serán razones para seguir tan solo.
Seguir sin guía,
con lo que se aprendió,
con optimismo o fatalidad,
sin olvidar y hacia el olvido.

Con alegría y pena,
con vergüenza u orgullo,
sin culpa,
sin merecer.
Bienvenido a la huella,
a la que se trae al hijo,
a la que se le presta el paso,
para que no se borre.

“Vamos”
primera y última palabra de aliento.

 

Vaya, cuánto tiempo sin leerte. Buen poema, amigo.
Saludos mediterráneos.